La tensión comercial entre México y China tomó un nuevo giro luego de que nuestro país anunciara la posibilidad de imponer un arancel del 50% a los automóviles ligeros importados desde el gigante asiático.
La embajada de China en México fue clara: pidió que se actúe con cautela y se piense dos veces antes de tomar una decisión que podría impactar la relación bilateral. A través de sus redes sociales, compartió un comunicado del Ministerio de Comercio de China, donde se subraya que seguirán de cerca las medidas arancelarias y evaluarán cuidadosamente cualquier resolución final.
La postura de México y la diplomacia activa
Mientras tanto, el canciller Juan Ramón de la Fuente enfatizó que la relación con China continúa siendo cordial y productiva, descartando un rompimiento diplomático. Durante un evento en la Secretaría de Relaciones Exteriores, señaló que existe “mucha coordinación” y que se mantienen reuniones constantes con el embajador Chen Daojiang.
El funcionario explicó que la revisión de esquemas comerciales no es exclusiva con China, sino con países con los que México no cuenta con un tratado de libre comercio. Esta medida forma parte de una estrategia más amplia, conocida como Plan México, con el fin de diversificar mercados y proteger la economía nacional.
Comercio bilateral bajo la lupa
El tema arancelario se convierte en un reto para ambos países, dado que China es uno de los principales socios comerciales de México. Mientras la propuesta del arancel del 50% a autos ligeros busca equilibrar la competencia y proteger a la industria nacional, existe preocupación sobre las consecuencias en la relación comercial y diplomática.
De la Fuente insistió en que se trata de un proceso de análisis, no de confrontación, y que el diálogo continuará abierto para evitar tensiones innecesarias.


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