A sus 41 años, Estrella Palacios Domínguez asumió recientemente como alcaldesa de Mazatlán tras ganar las elecciones con el respaldo del 51% de los votos. Sin embargo, su llegada al poder ha despertado una serie de controversias y señalamientos, especialmente en torno al rol de su padre, Renato Palacios Velarde, y su supuesto vínculo con Ismael «El Mayo» Zambada, uno de los fundadores del Cártel de Sinaloa.
La periodista Anabel Hernández, en su popular podcast Narcosistema, ha destapado detalles sobre la influencia de Renato Palacios en la política local y su conexión cercana con Zambada, quien según fuentes extraoficiales, habría respaldado a Estrella Palacios. Esta relación, junto con las amenazas de Los Chapitos, añade una capa de tensión en la situación política de Mazatlán y evidencia la creciente influencia del narcotráfico en la política local.
El poder detrás del trono: Renato Palacios y su influencia en Mazatlán
Para muchos en Sinaloa, el ascenso político de Estrella Palacios no es una sorpresa, sino el resultado de la larga trayectoria de su padre en el ámbito político de la región. Renato Palacios Velarde, excoordinador de la zona sur de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), es considerado un operador clave en la estructura política local, con lazos estrechos con el gobernador Rubén Rocha Moya y, según Hernández, con el propio “Mayo” Zambada.
En su podcast, Hernández asegura que el apoyo de Renato fue decisivo para que Morena respaldara la candidatura de su hija. La influencia del padre de la alcaldesa ha generado cuestionamientos sobre quién realmente toma las decisiones en el gobierno de Mazatlán, e incluso se le ha descrito como el «poder detrás del trono». Esta conexión ha llevado a críticos a ver en Renato a una figura controversial y poderosa, capaz de gestionar intereses tanto en el ámbito político como, supuestamente, en el criminal.
El incidente del 7 de octubre: una amenaza de Los Chapitos
A pocos días de tomar posesión, Estrella Palacios fue víctima de un incidente que algunos describen como una advertencia directa de Los Chapitos, la facción del cártel liderada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán. El 7 de octubre, la alcaldesa fue interceptada en la autopista Mazatlán-Culiacán por un grupo armado que le quitó su camioneta. Aunque la versión oficial calificó el hecho como un robo, Anabel Hernández revela que, de acuerdo con fuentes cercanas al cártel, el asalto fue una amenaza directa de Los Chapitos.
“Dile a todos que el que no esté con nosotros lo vamos a matar”, habrían advertido los hombres armados, enviando un claro mensaje a los políticos y funcionarios que, como Palacios, supuestamente están alineados con El Mayo Zambada.
Este incidente refleja la brutal guerra interna que vive el Cártel de Sinaloa. Las amenazas de Los Chapitos buscan consolidar el poder de su facción y advertir a aquellos en el ámbito político que aún mantienen vínculos con el veterano líder del cártel.
Mazatlán: el refugio de los Zambada en Sinaloa
Mazatlán ha sido desde hace años un sitio estratégico para la familia Zambada. Según Anabel Hernández, la ciudad es considerada el «patio de juegos» del grupo criminal. Vicente Zambada Niebla, alias «El Vicentillo», vivió aquí entre 2008 y 2009, y se sabe que la primera esposa de “El Mayo”, Rosario Niebla, residió en Mazatlán hasta antes del estallido de la guerra interna del cártel.
Hernández también recuerda que, como secretaria de Turismo, Estrella Palacios supervisó la inauguración de una nueva fase del desarrollo inmobiliario Península en Mazatlán, un proyecto que, según Dámaso López Serrano, alias «El Mini Lic», había sido usado por el cártel para premiar a políticos. Este desarrollo, según se reportó, fue objeto de un operativo de la Marina en 2015, donde se realizaron varias detenciones.
Las primeras ondas de violencia llegan a Mazatlán
Mazatlán había mantenido cierta estabilidad en medio de la escalada de violencia en Sinaloa. Sin embargo, el 28 de octubre comenzaron a reportarse enfrentamientos en la región, generando preocupación en los habitantes. Para muchos, el temor es que Mazatlán sea arrastrado a la violencia que ya afecta a Culiacán y otras zonas del estado.
La presencia de El Mayo y de otros líderes de su facción ha mantenido a Mazatlán en relativa calma, pero la creciente presión de Los Chapitos podría alterar este equilibrio. Los ciudadanos ahora temen que los enfrentamientos entre las facciones rivales del cártel afecten directamente su vida cotidiana y que el gobierno local, con las posibles conexiones de la alcaldesa con Zambada, no tenga la capacidad de protegerlos.
Conclusión: las implicaciones de la influencia de El Mayo en la política de Mazatlán
La investigación de Anabel Hernández sobre los nexos de Renato Palacios Velarde con “El Mayo” Zambada abre interrogantes sobre la seguridad y la gobernabilidad en Mazatlán. Para los críticos, la presencia de estos intereses en la alcaldía es motivo de preocupación, ya que evidencia el alcance del narcotráfico en la estructura política sinaloense.
El futuro de Mazatlán, en medio de la guerra entre Los Chapitos y El Mayo, es incierto. La ciudad, que ha sido históricamente un refugio para la familia Zambada, podría enfrentar una escalada de violencia si el conflicto entre las facciones se intensifica. En este contexto, la ciudadanía demanda claridad en el actuar de su gobierno y garantías de que su bienestar será una prioridad en una región cada vez más afectada por el narcotráfico.


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