Cada gran proyecto político necesita un pilar que lo sustente. Para el lopezobradorismo, ese pilar es el dinero. Las becas, pensiones y programas sociales que han afianzado su popularidad son una herramienta efectiva, pero también su principal debilidad.
Al inicio del sexenio de Claudia Sheinbaum, los números no mienten: el presupuesto de 2025, afectado por un déficit fiscal del 6% del PIB heredado por la administración anterior, presenta recortes significativos en áreas clave como salud, educación, infraestructura y ciencia. Sin ingresos sostenibles y con un gasto descontrolado en transferencias directas y proyectos faraónicos, el modelo económico podría enfrentarse a un límite insalvable.
Presupuesto 2025: Recortes, deuda y prioridades controvertidas
Recortes en sectores clave
El presupuesto de este año ajustó a la baja los recursos de 19 funciones críticas:
- Salud: -12.2%
- Ciencia: -7.4%
- Turismo: -27.5%
- Infraestructura: -12.7%
Estos ajustes no solo deterioran servicios públicos esenciales, sino que podrían empujar al país hacia una recesión, como ya advierten analistas financieros.
Aumento en el servicio de la deuda
El pago del servicio de la deuda aumentará en un 5.4%, alcanzando los 1.40 billones de pesos. Este crecimiento se suma al costo de mantener a flote proyectos polémicos como Pemex y las megaobras del sexenio anterior, desviando recursos de áreas prioritarias para el bienestar social.
El riesgo de medidas desesperadas
El gobierno tiene opciones limitadas para mantener su modelo clientelar:
- Mayor endeudamiento: Una solución insostenible a largo plazo.
- Incremento de impuestos: Algo impopular y políticamente riesgoso.
- Redireccionamiento de recursos de servicios básicos: Como salud y educación.
- Uso de ahorros privados: Ya se discute la posibilidad de intervenir en cuentas del Infonavit, algo que antes parecía inimaginable.
El desafío de Trump: Más presión para México
La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos añade un nuevo nivel de complejidad. Aunque sus críticas iniciales se enfocan en temas de seguridad y migración, sus instrumentos de presión —como aranceles o restricciones comerciales— tendrán un impacto directo en las finanzas mexicanas.
El gobierno mexicano deberá negociar con inteligencia, pero también necesita resolver problemas internos urgentes que minan su capacidad de respuesta, como la inseguridad, la corrupción y la falta de certidumbre jurídica para atraer inversiones.
Un futuro incierto: ¿Sostenible o insostenible?
El problema no es solo el déficit presupuestario, sino la incapacidad del modelo actual para generar ingresos sostenibles. La economía mexicana sigue sin crear suficientes empleos formales, y la informalidad afecta a más del 56% de la población económicamente activa.
A medida que el país se adentra en este periodo crítico, los sectores más vulnerables serán los primeros en sufrir los efectos de una eventual crisis prolongada.
Conclusión: La economía como motor del cambio social
Más allá de ideologías o discursos, la estabilidad financiera determinará el rumbo de México en los próximos años. Si bien los programas sociales han sido el eje central del lopezobradorismo, su sostenibilidad dependerá de decisiones estratégicas que aún no se vislumbran en el horizonte.
La pregunta no es si el modelo resistirá, sino cuánto tiempo más puede hacerlo sin generar un colapso que afecte a todo el país, especialmente a los sectores más vulnerables.
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