A principios de diciembre, dos presuntos líderes del Cártel 2 de Abril (C2A) fueron detenidos en la alcaldía Coyoacán, Ciudad de México. Fernando Yahir “N”, alias ‘El Palillo’, y Geovani “N”, alias ‘El Chispa’, fueron asegurados después de un rastreo que comenzó en Acapulco, Guerrero.
Ambos sujetos son señalados por las autoridades como objetivos prioritarios debido a su papel como generadores de violencia en la capital. Según el Secretario de Seguridad Ciudadana, Pablo Vázquez Camacho, los detenidos lideraban una célula criminal con operaciones principales en la colonia Guerrero, un punto clave de actividad delictiva en la alcaldía Cuauhtémoc.
Un mercado como base de operaciones
El Cártel 2 de Abril debe su nombre al Mercado 2 de Abril, uno de los más antiguos de la CDMX, donde los hermanos iniciaron su carrera delictiva. En sus primeros días, ‘El Palillo’ y ‘El Chispa’ se dedicaban al robo de carteras, bolsas y teléfonos celulares de transeúntes que frecuentaban el mercado.
Sin embargo, su actividad escaló rápidamente cuando la Anti Unión Tepito incursionó en la zona. Fue entonces cuando los hermanos comenzaron a extorsionar a locatarios del mercado, exigiendo pagos de hasta 100 mil pesos o bienes de alto valor como motos y camionetas, a cambio de protección.
Extorsión mortal: el caso del carnicero César Ríos
La violencia del Cártel 2 de Abril se intensificó con la llegada de amenazas más directas. Uno de los casos más impactantes fue el asesinato del carnicero César Ríos, ocurrido el 7 de noviembre dentro del Mercado 2 de Abril.
Ríos había sido extorsionado y se le exigían 150 mil pesos, una suma que decidió no pagar bajo la creencia de que no cumplirían sus amenazas. Su muerte marcó un antes y un después en la percepción de seguridad dentro del mercado.
Jóvenes reclutados para el crimen
El Cártel 2 de Abril ha llamado la atención por una táctica alarmante: el reclutamiento de menores de edad. Adolescentes de entre 12 y 17 años eran utilizados para cobrar cuotas de extorsión a los locatarios, quienes en ocasiones debían pagar hasta 1,500 pesos semanales.
Además de la colonia Guerrero, la organización criminal ha expandido su operación a otras áreas de la ciudad, como San Rafael y Santa María la Ribera, dejando un rastro de miedo y violencia.
¿Qué sigue tras la detención de los líderes?
Tras la detención de ‘El Palillo’ y ‘El Chispa’, las autoridades han emitido cuatro órdenes de aprehensión contra otros presuntos miembros del cártel. Actualmente, varios de ellos permanecen en el Reclusorio Norte enfrentando cargos por delitos de extorsión y asociación delictuosa.
Aunque estas detenciones representan un golpe al grupo criminal, su presencia en zonas estratégicas de la CDMX y el Edomex continúa siendo una preocupación.
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