El 22 de febrero de 2019, Laura Angélica Sandoval González, de 17 años, y su hija por nacer, Lucía, se convirtieron en víctimas de feminicidio en Aguascalientes. Laura, una joven con sueños de convertirse en abogada, fue asesinada en su hogar por Jesús Escudero Aceves, su expareja y padre de la bebé.
Jesús, con quien Laura había mantenido una relación de un año, no quería asumir la responsabilidad de ser padre y buscó eliminar cualquier rastro de su relación. Este crimen no solo arrebató dos vidas, sino que dejó a una familia devastada y enfrentando un arduo camino en busca de justicia.
El feminicidio: un problema creciente en México
El caso de Laura no es aislado. Según el colectivo Aquí Estamos: Feminicidio Infantil en México, 389 feminicidios de niñas y adolescentes ocurrieron entre diciembre de 2018 y septiembre de 2024.
De estos, 56 víctimas tenían 17 años, como Laura, y 62 tenían 16 años, lo que evidencia una crisis alarmante de violencia contra menores de edad en el país. El Estado de México lidera las cifras con 75 casos documentados, mientras que Aguascalientes registró tres feminicidios infantiles en el mismo periodo.
La lucha de una madre por justicia
Sandra, la madre de Laura, se ha convertido en una activista incansable. Para ella, el caso no puede quedar solo como un feminicidio: exige que se reconozca el doble feminicidio, incluyendo a Lucía.
“Sí era una niña, una mujer, una menor de edad; hay todas las agravantes para que sea calificado como doble feminicidio”, afirma Sandra.
A pesar de la sentencia de 50 años para Jesús Escudero por el feminicidio de Laura y 3 años adicionales por aborto doloso, Sandra sigue peleando por el reconocimiento de Lucía como una víctima más.
Justicia incompleta y resistencia
La Fiscalía General del Estado de Aguascalientes ha mostrado reticencias en catalogar el caso como doble feminicidio, argumentando que Lucía aún no había nacido. Sin embargo, Sandra enfatiza que el reconocimiento legal de ambas víctimas es crucial para evitar que el feminicida obtenga beneficios legales en el futuro.
Este caso resalta la falta de perspectiva de género en el sistema de justicia mexicano y la necesidad de una reforma integral para garantizar sentencias ejemplares en casos de feminicidio.
El impacto de un crimen en la familia y la sociedad
La muerte de Laura y Lucía cambió radicalmente la vida de Sandra y su familia. Lo que comenzó como una búsqueda de justicia personal se transformó en un llamado a la acción para otras madres y familias que enfrentan situaciones similares.
“No quiero que se olvide. Necesito seguir insistiendo por los muchos casos que ocurren en Aguascalientes y en todo México,” señala Sandra, quien ahora se dedica a apoyar a otras víctimas de violencia de género.
El feminicidio en cifras y contextos
Los datos recopilados por colectivos feministas muestran la magnitud del problema:
- 389 feminicidios infantiles entre 2018 y 2024.
- 29 feminicidios cometidos por parejas de las víctimas.
- 49 casos en los que el padrastro fue el agresor.
Estas cifras evidencian patrones de violencia en contextos cercanos, lo que subraya la importancia de intervenir de manera preventiva y fortalecer las medidas de protección para las mujeres en situaciones de riesgo.
Un llamado a la acción y reflexión
El feminicidio infantil no solo afecta a las víctimas directas, sino que deja un impacto profundo en sus familias y en la sociedad. Casos como el de Laura y Lucía deben ser un punto de inflexión para exigir cambios en las políticas públicas, en el sistema de justicia y en la cultura de la violencia de género que prevalece en México.
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