El saldo al segundo trimestre de 2025 asciende a 8,982 millones de pesos, con un notable incremento a finales de 2024, aunque ya se observa una ligera tendencia a la baja este año
La deuda pública de Yucatán ha experimentado un incremento significativo en el último año, sumando mil 510 millones de pesos desde el segundo trimestre de 2024 hasta el mismo periodo de 2025. El saldo actual asciende a 8,982 millones de pesos, un aumento respecto a los 7,472 millones de pesos registrados un año atrás.
De acuerdo con el “Informe de la situación de la deuda pública de largo plazo”, publicado por la Secretaría de Administración y Finanzas (SAF) en el Diario Oficial del Estado, el mayor repunte de este monto se concentró en el cuarto trimestre de 2024, un periodo crucial donde la deuda del estado escaló de 7,445 millones de pesos a 9,050 millones de pesos.
Este salto representa un incremento de 1,605 millones de pesos en tan solo tres meses, marcando el periodo de mayor crecimiento en el último año fiscal.
Buena intención de pago
A pesar de este notable incremento, el gobierno encabezado por Joaquín Díaz Mena ha mostrado una intención de pago desde el inicio de 2025.
La deuda ha presentado una ligera disminución, pasando de los 9,050 millones de pesos en el cuarto trimestre de 2024 a 9,016 millones de pesos en el primer trimestre de 2025, y finalmente a los 8,982 millones de pesos actuales al cierre del segundo trimestre del mismo año.
¿Qué debemos y cuánto nos tocará pagar?
La composición actual de la deuda pública de Yucatán revela que la principal institución acreedora es Banco Nacional de México (Banamex), con un monto de 2,459 millones de pesos. Le siguen los créditos con Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), que suman un total de 3,197 millones de pesos distribuidos en tres créditos, y BBVA México, con dos créditos que suman 3,325 millones de pesos.
El saldo total de estos compromisos financieros es de 8,982 millones 111 mil pesos, lo que equivale a una deuda de 3,869.24 pesos por cada uno de los 2 millones 320 mil habitantes de Yucatán.
El informe de la SAF publicado el martes detalla los motivos por los cuales se realizaron los préstamos que endeudaron a Yucatán. El primero es «Yucatán Seguro», que representa la segunda mayor obligación estatal con un saldo actual de $2,482.599 millones de pesos con el Banco Nacional de México (Banamex). Este préstamo, contratado en 2019 por la administración de Vila Dosal, ascendió originalmente a $2,600 millones y está programado para saldarse hasta 2039 a través del Fondo General de Participaciones.
A pesar de su antigüedad, la amortización ha sido lenta, con una reducción de apenas $117.401 millones en cinco años, lo que equivale a un pago promedio mensual de poco menos de dos millones de pesos.
La mayor deuda del estado se concentra en tres créditos refinanciados con Banobras, sumando un total de $3,223.558 millones de pesos al cierre de 2024. Estos préstamos, también gestionados por la administración de Vila Dosal, se utilizaron para refinanciar seis créditos previos contratados por los dos gobiernos anteriores.
El costo del Ie-Tram
Un tercer componente importante de la deuda yucateca está ligado al proyecto de movilidad Ie-Tram. Por esta iniciativa, el estado adeuda $1,711.054 millones de pesos a BBVA México. Este crédito, autorizado en 2022, fue contratado por la administración anterior para financiar el sistema de transporte y sus obras complementarias.
Los pagos de esta obligación también han comenzado bajo la actual gestión, con una amortización de casi cinco millones de pesos en el primer trimestre de la gubernatura de Díaz Mena.
Finalmente, el informe revela un último préstamo de $1,633 millones de pesos con BBVA México, destinado a la ambiciosa ampliación del Puerto de Altura de Progreso y obras complementarias.
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