La aprehensión del “Mulato” desató bloqueos y tensión en la comisaría de Hunucmá, pues el pescador fue acusado de robo
La calma en el puerto de Sisal se rompió el fin de semana tras la detención de Jorge Omar Burgos Novelo, conocido como El Mulato, pescador y figura visible en la defensa del manglar, lo que desató una ola de protestas y el cierre del único acceso a la comunidad costera.
Según la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), la detención se dio por una acusación de robo con violencia, cometido en pandilla, y amenazas. Sin embargo, para los habitantes de Sisal se trata de un caso claro de represión: acusan que el arresto de Burgos es una represalia por su activismo contra la destrucción del manglar, un conflicto ambiental que lleva meses sin ser resuelto.
Manglar en disputa
El conflicto inició el 23 de febrero, cuando pobladores comenzaron el desmonte del manglar alegando necesidad de terrenos para vivienda. La tala fue frenada el 2 de marzo por autoridades federales y, tras negociaciones, el 13 de marzo se llegó a un acuerdo: desarrollar un programa de vivienda fuera de la franja ecológica protegida.
Pero en abril, las motosierras volvieron. La Semarnat confirmó inspecciones el 29 y 30 de ese mes, encontrando marcadores de lotificación en una zona de más de 37,000 metros cuadrados de propiedad federal. Se abrieron tres procedimientos administrativos y una denuncia penal ante la FGR.
La detención de Burgos Novelo se llevó a cabo el sábado 17 de mayo y su primera audiencia fue celebrada dos días después en el Juzgado Segundo Mixto de lo Civil y Familiar de Umán. El juez dictó prisión preventiva oficiosa, y será hasta el próximo viernes cuando se determine si se le vincula a proceso.
Mientras tanto, en Sisal la tensión no cede. La comunidad insiste en que no dejarán de luchar por sus tierras y por el manglar. “El Mulato no está solo”, repiten. Para ellos, su encarcelamiento es una señal más de que el Estado prefiere castigar la protesta antes que frenar la depredación ambiental.
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