El pasado 22 de noviembre, las autoridades federales y estatales dieron un golpe contundente al crimen organizado en el Estado de México, capturando a 11 presuntos miembros de la Familia Michoacana en Atizapán de Zaragoza. Este resultado fue parte de la ‘Operación Enjambre’, una estrategia coordinada entre la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), la Secretaría de Marina (Semar) y la Secretaría de Seguridad estatal (SSEM).
Lo que más llamó la atención de este operativo fue que los detenidos portaban uniformes militares del Ejército Mexicano, un claro intento por camuflarse y eludir a las autoridades.
Los detalles del operativo
En la operación participaron elementos de seguridad que, tras una investigación previa, identificaron una célula activa de la Familia Michoacana en la zona. Entre los detenidos se encuentran siete adultos y cuatro menores de edad, quienes fueron sorprendidos con:
- Metanfetaminas: varias bolsas listas para distribución.
- Armas de fuego: una de uso exclusivo del Ejército.
- Prendas del Ejército Mexicano: utilizadas presuntamente para engañar a las autoridades.
- Vehículo Renault Megane: probablemente usado para actividades delictivas.
¿Quiénes son los detenidos?
La FGJEM reveló las identidades de los presuntos integrantes de esta célula delictiva:
- Nelson ‘N’, 21 años
- Jorge Fausto ‘N’, 32 años
- Cristopher ‘N’, 21 años
- José Miguel ‘N’, 40 años
- Juan Carlos ‘N’, 29 años
- Cynthia Yarelli ‘N’, 30 años
- Reyna ‘N’, alias “La Chilanga”, 34 años
Los cuatro menores también quedaron a disposición del Ministerio Público especializado en justicia para adolescentes.
La influencia de la Familia Michoacana en el Edomex
Este grupo criminal ha ampliado su control en el Estado de México, donde tiene presencia en al menos 27 municipios. Entre ellos destacan Valle de Bravo, Toluca, Tejupilco y Zinacantepec, zonas que han sido víctimas de delitos como extorsión, narcotráfico y tráfico de armas.
Un informe reciente de la FGJEM señala que la extorsión es el delito más recurrente de la organización, con casos documentados en 75 de los 125 municipios del estado.
Uniformes militares: la nueva táctica del crimen organizado
El uso de prendas oficiales del Ejército por parte de estos detenidos pone de manifiesto una preocupante estrategia: suplantar la identidad de las fuerzas armadas para operar con mayor libertad. Esto no solo complica la labor de las autoridades, sino que genera desconfianza en la población hacia quienes realmente están encargados de su seguridad.
El impacto de los operativos conjuntos
La ‘Operación Enjambre’ no solo demostró la eficacia de la colaboración entre autoridades locales y federales, sino también la necesidad de mantener estrategias constantes contra el crimen organizado.
Las capturas recientes representan un golpe significativo para la Familia Michoacana, pero también evidencian la complejidad de su estructura y operación en el Estado de México y más allá.
Reflexión final: Un paso más hacia la seguridad
La captura de estos 11 presuntos miembros de la Familia Michoacana es un recordatorio del esfuerzo conjunto necesario para combatir al crimen organizado. Sin embargo, este caso también subraya la importancia de continuar fortaleciendo las estrategias de seguridad y restaurar la confianza ciudadana.
Mientras las autoridades investigan y procesan a los detenidos, el mensaje es claro: ningún grupo delictivo está por encima de la ley.
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