La violencia sacudió al Estado de México este 10 de noviembre, cuando un ataque armado en el bar “Bling Bling”, en San Francisco Tepojaco, Cuautitlán Izcalli, dejó seis muertos y cinco heridos, sumando a la creciente lista de eventos violentos en bares y centros de entretenimiento en el país. Al día siguiente, en un operativo encabezado por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), se detuvo a varios sospechosos en un velorio bajo un despliegue de seguridad masivo, evidenciando las crecientes tensiones entre los grupos criminales en la región.
Captura en velorio: ¿justicia o abuso?
La detención de los sospechosos ocurrió mientras se encontraban en un velorio, lo que añadió tensión y resistencia en el momento. En el operativo participaron fuerzas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Guardia Nacional, Policía Estatal y Municipal, quienes trasladaron a los siete detenidos al centro de justicia de Cuautitlán Izcalli. Familiares de los detenidos protestaron fuera de la comisaría, denunciando abusos, robos y agresiones físicas durante el procedimiento, e insistieron en la inocencia de algunos de los capturados.
Horas después, bajo un fuerte dispositivo de seguridad, los sospechosos fueron trasladados a la Fiscalía de Asuntos Especiales en Toluca. No se descarta que algunos puedan ser llevados a la Fiscalía Especializada para Homicidios en Tlalnepantla, según las autoridades, donde se determinará su grado de participación en el ataque.
La noche del ataque en el bar Bling Bling: ¿una disputa criminal?
La tragedia se desató la noche del domingo 10 de noviembre en el bar “Bling Bling” cuando varios hombres armados irrumpieron en el lugar y abrieron fuego contra los asistentes. Testigos describieron una escena caótica y aterradora, en la que los atacantes, en cuestión de segundos, provocaron una masacre. Cinco personas murieron en el lugar, incluida una menor de edad, y una sexta víctima falleció en el hospital. Entre los heridos se encuentran tres hombres y dos mujeres que hasta ahora se reportan estables.
Los reportes iniciales de la FGJEM sugieren que el ataque estuvo dirigido a dos personas específicas, Alfredo “N”, apodado “El Fredy”, y Juan “N”, alias “El Oso”, quienes, según información extraoficial, estarían ligados al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y eran conocidos en la región por presuntos nexos con actividades de extorsión y distribución de drogas. Este atentado en Bling Bling parece ser una acción premeditada en una serie de ajustes de cuentas entre grupos rivales.
Una ola de violencia: ataques en bares de México
Este ataque en Cuautitlán Izcalli se suma a otro evento violento ocurrido el día anterior en el bar “Los Cantaritos” en Querétaro, donde 10 personas murieron y 13 resultaron heridas. Ambos ataques comparten un mismo patrón de violencia extrema en lugares públicos y un aparente móvil de venganza entre cárteles.
En Querétaro, el conflicto habría estado relacionado con una disputa entre el Cártel de Santa Rosa de Lima y el CJNG, quienes se enfrentan por el control de rutas de huachicol y tráfico de drogas. Este tipo de incidentes en bares se ha vuelto común en zonas donde el crimen organizado disputa territorios para actividades ilegales.
Disputas territoriales entre CJNG y La Familia Michoacana
Las autoridades indican que el ataque en Bling Bling está vinculado a una violenta disputa entre el CJNG y La Familia Michoacana por el control de extorsión y tráfico de drogas en el Estado de México. Estos grupos criminales, conocidos por sus métodos violentos, han intensificado sus confrontaciones en el último año, generando un ambiente de inseguridad en municipios como Cuautitlán Izcalli, donde se percibe un creciente control de las bandas en zonas urbanas y de comercio.
Estos enfrentamientos por territorio y poder entre cárteles ponen en riesgo la seguridad de los ciudadanos, quienes cada vez más temen que la violencia toque su vida cotidiana. La intervención de las autoridades y operativos como el realizado en el velorio reflejan el esfuerzo por mitigar la escalada violenta, pero la magnitud de estos conflictos demuestra que la lucha aún está lejos de acabar.
Consecuencias legales y próxima audiencia
Mientras se desarrollan las investigaciones, la FGJEM trabaja para definir el grado de responsabilidad de los detenidos. En los próximos días, podrían ser transferidos a la Fiscalía Especializada en Homicidios en Tlalnepantla para profundizar en los cargos que enfrentan, entre ellos, homicidio calificado y asociación delictuosa. Sin embargo, algunos familiares y activistas han manifestado preocupación por el respeto a los derechos humanos de los detenidos, señalando posibles abusos de autoridad en la detención.
La Fiscalía ha confirmado que el caso será tratado con la máxima transparencia y ha llamado a cualquier persona con información a cooperar para asegurar que los responsables rindan cuentas por el ataque.


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