La ciudad de Culiacán, en Sinaloa, ha recibido un importante refuerzo en su seguridad con la llegada de un contingente de 300 militares en menos de 48 horas. Este despliegue forma parte de un operativo federal diseñado para fortalecer la vigilancia y el control en la entidad. La medida busca garantizar la tranquilidad y el orden público en puntos estratégicos de la ciudad. La coordinación de estas fuerzas recae en la Novena Zona Militar, que supervisa las operaciones y la distribución de los efectivos en las áreas designadas para su patrullaje y acción. La presencia de este personal militar es una respuesta directa a la necesidad de mantener la estabilidad en la región, asegurando que las actividades cotidianas de los ciudadanos puedan desarrollarse con normalidad.
La mañana de este miércoles, 150 efectivos de la Brigada de Fusileros Paracaidistas aterrizaron en la Base Aérea Militar No. 10 de Culiacán. Estos militares fueron trasladados desde Santa Lucía, en el Estado de México, en un viaje que se realizó a bordo de cuatro aeronaves CASA C-295 pertenecientes a la Fuerza Aérea Mexicana. La llegada de estos paracaidistas representa una adición crucial a los esfuerzos de seguridad ya en marcha. Su especialización y entrenamiento específico en tácticas de despliegue rápido los convierte en un activo valioso para cualquier situación que requiera una intervención inmediata y efectiva.
El nuevo contingente de 150 paracaidistas se suma a un grupo previo de 150 elementos de Fuerzas Especiales que ya habían arribado el martes. Estos últimos ya se encuentran operando activamente en diversos puntos estratégicos de Culiacán, bajo la dirección de la Novena Zona Militar.
La combinación de estos dos grupos, paracaidistas y fuerzas especiales, potencia la capacidad operativa del Ejército Mexicano en la región. El objetivo es claro: disuadir actividades ilícitas y responder con prontitud ante cualquier amenaza a la seguridad. Este esfuerzo conjunto subraya el compromiso de las autoridades federales para mantener la paz y proteger a la ciudadanía de Sinaloa. La vigilancia se ha intensificado y se espera que la presencia militar contribuya a un ambiente más seguro y estable para todos los habitantes de la zona.
Estrategia de seguridad reforzada
La estrategia de seguridad implementada en Culiacán se basa en la suma de capacidades y la coordinación entre diferentes unidades militares. El despliegue de 300 elementos en tan poco tiempo, complementando a los que ya estaban operando, demuestra una respuesta rápida y decidida por parte del gobierno federal. La Brigada de Fusileros Paracaidistas, conocida por su capacidad de respuesta y su entrenamiento en situaciones de alta complejidad, aporta una capa adicional de preparación y versatilidad a las operaciones en curso. Esta estrategia no solo busca una presencia visible, sino también una capacidad de reacción inmediata ante cualquier eventualidad que pueda surgir en el estado.


TE PODRÍA INTERESAR