En una jornada tensa para los habitantes de Culiacán, Sinaloa, el martes 21 de enero de 2025, las autoridades federales y locales llevaron a cabo un operativo de alto nivel en la colonia Las Quintas. A primeras horas del día, comenzaron a reportarse múltiples detonaciones de arma de fuego en diversos sectores de la ciudad, lo que llevó a las autoridades a desplegar una fuerte presencia de seguridad. Sin embargo, el operativo no solo se limitó a responder a la violencia, sino que desveló algo mucho más alarmante: un centro de monitoreo clandestino que operaba desde una vivienda en la zona.
El centro clandestino de monitoreo: ¿Un C4 en manos del crimen organizado?
El inmueble en cuestión, ubicado en la calle Estado de Chiapas, había sido acondicionado de manera insólita. Al ingresar, las autoridades federales encontraron una habitación llena de pantallas de monitoreo que transmitían imágenes en tiempo real provenientes de las cámaras de videovigilancia instaladas en varias calles de la ciudad. Este tipo de instalaciones, similares al Centro de Comando, Control, Comunicación y Cómputo (C4), son usadas por las autoridades para la gestión de emergencias y la vigilancia en tiempo real de las zonas urbanas. Sin embargo, lo que descubrieron en este caso fue que las imágenes no estaban siendo controladas por las autoridades, sino por un grupo delictivo que aparentemente utilizaba el sistema para monitorear el movimiento de las fuerzas de seguridad y otros grupos criminales en la región.
Este descubrimiento pone de relieve una grave preocupación: el uso de recursos públicos y tecnológicos con fines delictivos, lo que podría haber afectado la capacidad de las autoridades para operar de manera eficaz en la ciudad.
¿Qué más encontraron las autoridades en el operativo?
El hallazgo no terminó con el descubrimiento de las pantallas de monitoreo. Según fuentes extraoficiales, dentro de la vivienda también se encontraron varias armas de fuego y cargadores, lo que sugiere que el inmueble servía como una base de operaciones para un grupo delictivo. Además, se informó que al menos dos personas fueron detenidas en el lugar, aunque sus identidades no se han revelado.
Este operativo es una muestra del creciente desafío que enfrentan las autoridades en Sinaloa y otras partes del país, donde los grupos criminales han logrado infiltrarse en diversas áreas, incluidas las propias infraestructuras de seguridad.
El impacto en la comunidad
Los disparos registrados en la mañana del martes generaron un clima de tensión en Culiacán, y algunas escuelas de la zona suspendieron clases presenciales como medida de seguridad. Entre las instituciones afectadas estuvieron la escuela secundaria SNTE 53, que suspendió actividades, y otras como el Jardín de Niños “Carmen Ramos del Río” y el Instituto Jean Piaget, que optaron por dar clases de manera virtual.
Este tipo de incidentes subraya la vulnerabilidad de los ciudadanos frente a la violencia que persiste en ciertas regiones del país, especialmente en áreas donde el crimen organizado tiene una fuerte presencia.
¿Qué dicen las autoridades sobre el operativo?
En una conferencia de prensa, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, fue cuestionado sobre el operativo y el hallazgo del centro clandestino de monitoreo. Sin embargo, el mandatario estatal manifestó desconocer los detalles del operativo, asegurando que la información sería proporcionada por las autoridades encargadas.
A pesar de la falta de detalles, las autoridades locales han reafirmado su compromiso con la seguridad de los ciudadanos, aunque la presencia de este tipo de instalaciones clandestinas pone de manifiesto la complejidad de la situación en Sinaloa.
Repercusiones y preocupaciones
El hallazgo de este centro clandestino en Culiacán no solo pone en evidencia el grado de sofisticación de los grupos delictivos en la región, sino también las debilidades en el sistema de seguridad. Si bien las autoridades locales y federales han intensificado esfuerzos para combatir el crimen organizado, este tipo de operativos ilegales demuestra que los delincuentes siguen encontrando formas de evadir el control.
La comunidad local, por su parte, sigue preocupada por los niveles de violencia y la constante amenaza de los grupos criminales. La situación continúa siendo un reto para las autoridades de Sinaloa y para las fuerzas de seguridad en el país.
El descubrimiento de un centro de monitoreo clandestino en Culiacán es un recordatorio de los retos que enfrenta el Estado mexicano en su lucha contra el crimen organizado. Aunque las autoridades continúan con operativos para restaurar el orden y la seguridad, situaciones como esta demuestran la necesidad urgente de reforzar las estrategias de seguridad y garantizar que los recursos públicos no sean utilizados en beneficio de actividades ilícitas.
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