El Centro Histórico de la Ciudad de México se llenó de risas, aplausos y color durante la Primera Carrera de Botargas del Terror, organizada por la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC-CDMX). Más de 40 policías participaron en este singular evento que combinó el deporte, la convivencia familiar y el espíritu del Día de Muertos.

Entre disfraces de zorros momia, capibaras, tiburones, corsarios, cobras y hasta el conde Drácula, el vencedor absoluto fue un dálmata del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), quien cruzó la meta con entusiasmo y se robó la ovación del público.

Una competencia entre risas y compañerismo

El evento se llevó a cabo sobre Avenida Juárez, en pleno corazón de la capital. Policías de distintos sectores y agrupamientos corrieron unos 200 metros enfundados en voluminosas botargas, muchas de ellas hechas especialmente para representar a sus unidades o grupos operativos.

Lejos de ser una competencia tradicional, la carrera fue un espectáculo de compañerismo y buen humor. Familias enteras se congregaron en las aceras para animar a los participantes, entre porras, tambores y celulares listos para capturar el momento.

Las botargas fueron confeccionadas con materiales coloridos y diseños alusivos tanto al terror clásico como a los símbolos de cada agrupación. La atmósfera fue festiva, recordando que la labor policial también puede tener un lado humano y alegre.

El dálmata del ERUM conquista la meta

El primer lugar fue para Ándor, un elemento del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), quien participó con el dorsal 02 y portó una botarga de perro dálmata con casco y chaleco en colores rojo y amarillo.

A pesar del calor y el peso del traje, Ándor demostró gran agilidad, cruzando la línea de meta antes que sus compañeros. Su victoria fue recibida entre aplausos y gritos de “¡ERUM, ERUM!” por parte de sus colegas y familiares presentes.

En segundo lugar llegó Luis Rodrigo Ortega Cuéllar, del Agrupamiento Fuerza de Tarea “Zorros”, quien corrió disfrazado de zorro momia. En tercer puesto se colocó una cobra perteneciente a la Policía Auxiliar.

Durante la ceremonia de premiación, los tres ganadores recibieron medallas y reconocimientos de manos del subsecretario de Control de Tránsito, Cristian Raymundo Sumano Salazar, en representación del titular de la SSC, Pablo Vázquez Camacho.

Una celebración con espíritu de Día de Muertos

El evento formó parte de las actividades conmemorativas del Día de Muertos organizadas por la Secretaría de Seguridad Ciudadana. Además de fomentar la actividad física, la carrera buscó promover la integración entre los uniformados y sus familias, fortaleciendo el sentido de comunidad dentro de la corporación.

Las botargas, inspiradas en personajes del terror, dieron un toque divertido a una fecha en la que México celebra la vida y la memoria. Para los asistentes, ver a los policías correr disfrazados fue una manera entrañable de acercarse a quienes día a día cuidan las calles de la capital.

El subsecretario Sumano Salazar agradeció a los participantes por su entusiasmo y destacó el valor simbólico del evento:

“Estas actividades nos recuerdan que detrás del uniforme hay seres humanos que también celebran nuestras tradiciones, conviven y se divierten con sus familias.”

De los operativos a las carreras con botarga

El segundo lugar, Luis Rodrigo Ortega Cuéllar, compartió entre risas que no necesitó entrenar para correr con el disfraz, pues está acostumbrado a portar el traje antibomba, mucho más pesado que la botarga de zorro momia.

Comentó que, en los operativos cotidianos, los elementos deben moverse con rapidez y precisión, incluso con el equipo táctico, chaleco balístico y armas de cargo. Por eso, participar en esta carrera fue, más que un reto, una oportunidad para divertirse con sus compañeros.

Su anécdota refleja el espíritu general del evento: una combinación de disciplina, humor y orgullo por pertenecer a la corporación.

Una carrera que celebra la vida y el servicio

La Carrera de Botargas del Terror de la SSC CDMX no solo fue un homenaje al Día de Muertos, sino también una muestra de que el servicio público puede celebrarse desde la cercanía y la alegría.

El dálmata del ERUM, junto a todos los personajes que desfilaron por Avenida Juárez, dejó claro que detrás de cada uniforme hay una historia humana que vale la pena reconocer.

Con risas, disfraces y espíritu deportivo, esta primera edición promete convertirse en una nueva tradición capitalina donde el esfuerzo, la creatividad y el compañerismo sean los verdaderos ganadores.