Nuevo León se encuentra en una encrucijada climática. Mientras el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) alerta sobre una inminente ola de calor que elevará los termómetros por encima de los 40°C, los niveles de las presas que abastecen a Monterrey, aunque aún altos, comienzan a mostrar signos de descenso, reavivando el fantasma de la crisis hídrica de años anteriores.
La aparente tranquilidad hídrica en Nuevo León podría tener los días contados. Una nueva y potente ola de calor está por golpear el noreste del país, amenazando con acelerar drásticamente el consumo y la evaporación del agua almacenada en las presas La Boca, El Cuchillo y Cerro Prieto. Expertos y autoridades advierten que, de no tomarse medidas, la entidad podría encaminarse a una nueva emergencia hídrica en 2025.
Según el pronóstico del SMN, una circulación anticiclónica generará temperaturas superiores a los 40 grados Celsius en Nuevo León y otros estados del norte a partir de esta semana. En algunas zonas, el termómetro podría incluso rebasar los 45°C debido a un sistema de alta presión que impide la formación de nubes y la entrada de humedad.
La Falsa Seguridad de las Presas Llenas
A primera vista, la situación de los embalses parece cómoda. Tras las lluvias de meses anteriores, las presas recuperaron niveles históricos. Sin embargo, los datos más recientes ya muestran una tendencia preocupante, especialmente ante la inminente ola de calor.
El dato más alarmante proviene de la presa Cerro Prieto, que a pesar de estar por encima de su Nivel de Aguas Máximas Ordinario (NAMO), recientemente registró una disminución en su almacenamiento, pasando de 97.59% a 97.13% de llenado en un corto periodo. Esta baja, aunque porcentualmente pequeña, es significativa porque ocurre antes del pico de la ola de calor, indicando que la extracción y la evaporación ya superan las aportaciones.
«El error sería caer en la complacencia. Las presas llenas nos dan un respiro, pero una ola de calor como la que se anuncia puede evaporar millones de metros cúbicos en cuestión de días, mientras el consumo doméstico y agrícola se dispara. El riesgo de una crisis en 2025 es real si no gestionamos el agua con extrema prudencia desde ahora», advirtió un especialista en recursos hídricos de una universidad local.
Medidas y Respuestas
La realidad es que el sistema de Agua y Drenaje de Monterrey ya opera bajo presión. En las últimas semanas, se han implementado cortes y reducciones en el suministro en decenas de colonias de municipios como Apodaca, Guadalupe y San Nicolás, debido a trabajos de mantenimiento y para gestionar la distribución. Esto demuestra que la red de distribución es frágil, incluso con las presas en buenos niveles.
Políticamente, el gobierno de Samuel García ha promovido su «Plan Maestro para garantizar el agua hasta 2050» como la solución a largo plazo, que incluye la construcción del acueducto El Cuchillo II y otras obras de infraestructura. Sin embargo, la amenaza de la ola de calor pone a prueba la gestión a corto plazo y la capacidad de las autoridades para comunicar a la población la necesidad de un consumo responsable.
La recomendación para los ciudadanos es clara: a pesar de tener agua en la llave hoy, es crucial adoptar medidas de ahorro extremas, ya que cada litro desperdiciado acerca a Nuevo León un paso más a la temida crisis hídrica que ya vivió en el pasado.
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