En México, la corrupción y la violencia de género son dos de los problemas más graves y persistentes. Sin embargo, la intersección entre ambos fenómenos ha sido, en gran medida, ignorada en las políticas públicas y los debates nacionales. ¿Cómo afecta la corrupción a las mujeres de manera específica? ¿Qué papel juega en la intensificación de la violencia de género y en la limitación del acceso a derechos fundamentales?
Estas preguntas, esenciales para comprender los desafíos de género en el país, aún no tienen respuestas claras debido a la falta de datos y estudios dedicados a este tema. A continuación, exploramos cómo la corrupción se entrelaza con la desigualdad de género y qué acciones son necesarias para atender esta problemática.
¿Cómo impacta la corrupción a las mujeres?
La corrupción afecta a toda la sociedad, pero sus impactos no son iguales para hombres y mujeres. En el caso de las mujeres, la corrupción puede:
- Intensificar la violencia de género:
- Perpetradores de violencia utilizan la corrupción para influir en operadores del sistema de justicia, evitando sanciones.
- Mujeres que enfrentan violencia económica, física o sexual se ven limitadas por la falta de confianza en las autoridades, temiendo que sus denuncias sean ignoradas o manipuladas.
- Limitar el acceso a servicios básicos:
- En áreas como salud, educación y justicia, las mujeres enfrentan barreras adicionales, especialmente si tienen que pagar sobornos o lidiar con procesos burocráticos corruptos.
- Reforzar estereotipos y roles pasivos:
- Las narrativas sobre corrupción suelen posicionar a las mujeres como víctimas secundarias o como cómplices subordinadas, ignorando sus propias experiencias y perspectivas.
La falta de datos: un obstáculo clave
Aunque México cuenta con encuestas sobre violencia de género (ENDIREH, ENVIPE) y corrupción (ENCIG, ENPOL), no existe un instrumento que analice la intersección entre ambos temas. Esta carencia limita la capacidad del gobierno y de las organizaciones para diseñar políticas efectivas que combatan la corrupción desde una perspectiva de género.
Historias que reflejan la realidad
El ensayo de Cecilia Rebeca Barrón Butrón, ganador de la Competencia GRACE de la UNODC, resalta el impacto devastador de la corrupción en el acceso a la justicia para las mujeres. Su experiencia personal, marcada por la pérdida de su madre debido a la falta de apoyo y corrupción en el sistema de justicia, pone de manifiesto cómo este problema perpetúa la impunidad y profundiza el sufrimiento de las víctimas.
Elección de jueces: ¿una solución o un riesgo?
La próxima elección de jueces por voto popular en México plantea desafíos adicionales. Si antes existían preocupaciones sobre corrupción en la carrera judicial, el riesgo de que campañas sean financiadas ilegalmente por perpetradores de violencia de género podría comprometer aún más la independencia de estos funcionarios.
¿Qué se hará para garantizar que los nuevos jueces sean imparciales y comprometidos con el acceso a la justicia para las mujeres? Esta es una pregunta que el sistema político debe responder con urgencia.
La propuesta de un derecho a vivir libre de corrupción
En el marco de la discusión para incluir en la Constitución el derecho a vivir libre de corrupción, es crucial incorporar un enfoque de género. Este derecho no solo debe proteger a las víctimas de corrupción en general, sino también abordar las formas específicas en que las mujeres experimentan este fenómeno.
Acciones necesarias
- Recopilar datos específicos:
Crear instrumentos estadísticos que analicen la relación entre corrupción y violencia de género. - Capacitar a operadores de justicia:
Sensibilizar a jueces, policías y otros funcionarios sobre el impacto de la corrupción en las mujeres. - Promover transparencia en el sistema judicial:
Garantizar que la elección de jueces y magistrados sea transparente y libre de influencias externas. - Diseñar políticas con enfoque de género:
Incorporar las perspectivas de las mujeres en las estrategias anticorrupción.
La corrupción no es solo un problema de desvío de recursos o enriquecimiento ilícito; es un fenómeno que perpetúa desigualdades y agrava la violencia de género. Abordar esta intersección requiere un enfoque integral, basado en datos concretos y en el reconocimiento de las experiencias diferenciadas de las mujeres.
En un país donde millones de mujeres enfrentan violencia a diario, ignorar cómo la corrupción limita su acceso a la justicia y derechos es perpetuar un sistema que favorece la impunidad.
¡Únete a nuestro canal en WhatsApp! Las noticias más relevantes del día directamente en tu dispositivo móvil.
TE PODRÍA INTERESAR