¿Qué es el Infonavit y por qué su reforma importa?
Fundado en 1972, el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) ha sido un pilar en el acceso a vivienda para millones de trabajadores mexicanos. Su estructura tripartita, con representantes del sector obrero, patronal y gubernamental, garantiza una gestión balanceada y supervisada de los recursos.
Sin embargo, la reciente reforma al Infonavit aprobada en el Senado con 68 votos a favor, modifica radicalmente esta dinámica, otorgando al gobierno un control sustancial sobre la administración y uso de los 2.4 billones de pesos en la subcuenta de vivienda. Este cambio ha generado debate sobre el equilibrio de poder y los riesgos que implica para los derechos de los trabajadores.
Principales cambios introducidos por la reforma al Infonavit
- Nombramiento directo del Director General:
Antes, el nombramiento del director requería el aval de la Asamblea General. Ahora, el Presidente de la República podrá designarlo sin este respaldo, aumentando la influencia directa del Ejecutivo en la institución. - Ampliación de facultades del Director General:
- Podrá ordenar inversiones para construir, adquirir y mantener inmuebles en terrenos propiedad del Infonavit.
- Tendrá derecho de veto sobre las decisiones del Consejo de Administración y la Comisión de Vigilancia, siempre que no sean aprobadas por unanimidad.
- Reducción y reestructuración de órganos colegiados:
- Asamblea General: De 45 a 30 integrantes, con representación tripartita.
- Consejo de Administración: De 15 a 12 integrantes, con cuatro representantes por sector.
- Comisión de Vigilancia: Aumenta la representación gubernamental a cinco miembros, dejando solo dos para cada uno de los sectores obrero y patronal.
- Composición de otros comités clave:
- En el Comité de Auditoría y el Comité de Transparencia, el gobierno tendrá mayoría, con tres de cinco miembros.
Riesgos asociados a la reforma
1. Concentración de poder y desequilibrio institucional
La mayor presencia gubernamental en los órganos de decisión puede comprometer la naturaleza tripartita del Infonavit, erosionando la voz de los trabajadores y los empleadores en la administración de los recursos.
2. Posible mal uso de los recursos
El director general, con sus nuevas facultades, podría priorizar proyectos que respondan a intereses políticos más que a las necesidades reales de los derechohabientes. El riesgo aumenta considerando que el actual director, Octavio Romero Oropeza, fue señalado por su gestión en Pemex, marcada por problemas financieros.
3. Impacto en la transparencia y la rendición de cuentas
La composición mayoritaria del gobierno en comités como el de Auditoría y Transparencia puede dificultar una supervisión imparcial y efectiva de las operaciones del instituto.
4. Afectaciones a la accesibilidad y calidad de la vivienda
Al centrarse en la construcción masiva, el Infonavit podría desatender soluciones diversificadas y asequibles que respondan a las distintas necesidades de los trabajadores, aumentando la desigualdad en el acceso a la vivienda.
El dinero de los trabajadores: ¿en riesgo?
El fondo de 2.4 billones de pesos del Infonavit es fruto de las aportaciones patronales equivalentes al 5% del salario de los trabajadores. Este dinero no forma parte del presupuesto público, pero con la reforma, su manejo queda bajo mayor control del gobierno.
Esto plantea una pregunta crucial: ¿qué garantías existen de que estos recursos serán utilizados exclusivamente para beneficiar a los derechohabientes?
La perspectiva de los expertos
Organizaciones del sector empresarial y analistas han advertido sobre los riesgos de esta reforma. Señalan que la reducción de contrapesos internos podría abrir la puerta a prácticas discrecionales y menos transparentes, debilitando la confianza en la institución.
Por su parte, defensores de la reforma argumentan que permitirá al Infonavit responder de manera más eficiente a la demanda de vivienda, acelerando proyectos y optimizando recursos.
¿Qué podría salir mal? El caso de Pemex como antecedente
El actual director general del Infonavit, Octavio Romero Oropeza, lideró Pemex durante un periodo crítico marcado por pérdidas históricas y controversias en su gestión. Este antecedente ha generado inquietud sobre su capacidad para manejar una institución tan estratégica como el Infonavit.
Un cambio que debe ser monitoreado
La reforma del Infonavit marca un cambio significativo en la gobernanza de una institución clave para los trabajadores mexicanos. Aunque puede abrir oportunidades para abordar la crisis de vivienda, los riesgos de concentración de poder y falta de transparencia no pueden ser ignorados.
Es fundamental que los sectores obrero y patronal mantengan una vigilancia activa, y que las organizaciones de la sociedad civil y los medios de comunicación exijan rendición de cuentas.
La vivienda es un derecho fundamental, y la gestión de los recursos que la hacen posible debe mantenerse al servicio de los trabajadores, sin caer en intereses políticos o económicos ajenos a su propósito.
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