Dos semanas después de las intensas lluvias que devastaron caminos y tendidos eléctricos en la Sierra Gorda de Hidalgo, la comunidad de Comatitlán protagonizó una hazaña de solidaridad. Vecinos y trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) cargaron a pie una planta de luz por caminos destruidos, montículos de piedra y lodo, con el objetivo de devolver la electricidad a las familias afectadas.
Durante el recorrido, el personal de la CFE explicó que los deslaves impidieron el paso de vehículos. Por ello, entre cuatro personas levantaron el generador desde una camioneta varada a orillas de un río que se desbordó durante las tormentas del 10 y 11 de octubre. Tras cruzar un puente peatonal y recorrer una empinada vereda, lograron llevar el equipo hasta el poblado.
Solidaridad en medio de la oscuridad
Gracias a la planta, al menos diez familias cuentan nuevamente con electricidad, mientras continúan los trabajos para reabrir caminos y reinstalar postes caídos. “Esta situación se repite en muchas comunidades de Jacala y otros municipios”, comentó uno de los técnicos, quien señaló que la obstrucción de rutas ha complicado la labor del personal.
En la misma camioneta se transportaba otro generador con destino a Rancho Nuevo, comunidad que continúa en completa oscuridad. Mercedes Rivera, madre de una niña de nueve años que debe caminar 16 kilómetros diarios para asistir a clases, relató que su familia sobrevive con velas y una pequeña lámpara a punto de agotarse.
Mientras tanto, activistas y voluntarios han recorrido la zona a pie para entregar víveres, ropa y apoyo humanitario. Pese al aislamiento, los habitantes mantienen la esperanza de que pronto lleguen las máquinas que despejarán los caminos y devolverán la energía a toda la región.


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