El 26 de enero de 2024, un impactante suceso sacudió la tranquilidad de la Plaza Cívica de Ensenada, Baja California. A las 20:42 horas, las autoridades recibieron una llamada de emergencia alertando sobre una hielera que desprendía olores fétidos. Al llegar al lugar, los oficiales encontraron una hielera con una cabeza humana y una manta con un mensaje amenazante firmado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). El mensaje no solo fue una advertencia, sino también una declaración de guerra contra las facciones rivales, Los Mayos y Los Chapitos, que luchan por el control del tráfico de drogas en la región.
El mensaje del CJNG
El contenido del mensaje encontrado junto a la cabeza humana era claro y directo. El CJNG dejó claro que su presencia en Baja California es indiscutible, y que no permitirá que otras facciones se instalen en su territorio. En el texto se mencionaba específicamente a elementos del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) de la Seguridad Pública Municipal, haciendo alusión al «señor de los gallos», un apodo de un supuesto líder criminal. La amenaza también se dirigió a los cárteles rivales, Los Mayos y Los Chapitos, advirtiendo que no eran bienvenidos en la plaza.
La violencia mostrada por el CJNG en este mensaje refuerza el creciente poder del cártel en la región, que ha consolidado su influencia en diversos estados de México, incluidos Jalisco y Baja California. El hecho de dejar una cabeza humana como advertencia no es un acto aislado; es una muestra de la brutalidad con la que este cártel busca imponer su dominio.
¿Qué está detrás de la guerra entre cárteles?
La disputa entre cárteles por el control de territorios clave para el tráfico de drogas, especialmente el fentanilo, es una de las principales causas de la violencia en México. El CJNG, bajo el liderazgo de Nemesio Oseguera Cervantes, «El Mencho», ha sido señalado como uno de los cárteles más peligrosos y poderosos del país. Su expansión en Baja California, especialmente en Tijuana, Rosarito, y Ensenada, ha desatado una feroz guerra contra otras facciones, como Los Mayos, liderados por Ismael «El Mayo» Zambada, y Los Chapitos, encabezados por los hijos de Joaquín «El Chapo» Guzmán.
Este conflicto no solo involucra a los cárteles mexicanos, sino que también afecta las relaciones con las autoridades estadounidenses, ya que muchos de estos grupos están implicados en el tráfico de fentanilo hacia los Estados Unidos, lo que ha generado un aumento significativo en las muertes por sobredosis en ese país.
Las narcomantas: una señal de la guerra abierta
En los últimos meses, Ensenada ha sido escenario de varios mensajes intimidatorios dejados por los cárteles. Las narcomantas se han convertido en una herramienta utilizada por los grupos criminales para desafiar y amedrentar a sus rivales y a las autoridades. La narcomanta que apareció el 21 de enero en Tijuana, firmada por el CJNG y Los Chapitos, evidenció la creciente disputa entre estos cárteles por el control de Baja California. En ella, se amenazaba a los hermanos Arzate García, supuestos líderes de la plaza en Tijuana, y se anunciaba una guerra por los territorios estratégicos en la región.
Estas amenazas explícitas son parte de una escalada de violencia que ha afectado a la población civil y ha colocado a las autoridades en una situación crítica, tratando de contener la expansión de estos grupos.
Reacciones de las autoridades y la población
Tras el hallazgo de la cabeza humana y el mensaje en Ensenada, las autoridades locales, encabezadas por Miguel Ángel Gaxiola, Fiscal de Homicidios, iniciaron una investigación para dar con los responsables del crimen. Se están revisando las grabaciones de las cámaras de seguridad cercanas a la Plaza Cívica, que muestran a dos personas que dejaron la hielera con la cabeza y la manta a las 17:37 horas del mismo día.
El gobierno local ha expresado su preocupación por la creciente violencia en la región, pero también ha reiterado su compromiso en la lucha contra los cárteles, en coordinación con las fuerzas armadas federales.
Un futuro incierto
El mensaje del CJNG en Ensenada es solo una de las tantas advertencias que este cártel ha dejado en su lucha por el control de territorios clave en el tráfico de drogas. La violencia que se ha desatado en Baja California y otras regiones del país no muestra señales de cesar. Las autoridades y la población civil se enfrentan a un futuro incierto, marcado por la violencia de los cárteles y la creciente presencia del CJNG.
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