El recién inaugurado Aeropuerto Internacional de Tulum «Felipe Carrillo Puerto» vivió momentos de tensión y vio interrumpidas sus operaciones durante la tarde del jueves 29 de mayo, debido a un incidente con una aeronave de la aerolínea Volaris. El vuelo 1400, procedente de Guadalajara, presentó una falla en su tren de aterrizaje delantero poco después de tocar tierra, lo que obligó a la activación de protocolos de seguridad y al cierre temporal de la pista.
Falla en Tren de Aterrizaje Desata Protocolos
El incidente ocurrió alrededor de las 15:00 horas del jueves. Según los reportes, el avión logró aterrizar, pero la avería en el tren de aterrizaje impidió que la aeronave pudiera desplazarse por sus propios medios fuera de la pista activa. Como medida de precaución y para garantizar la seguridad de todas las operaciones, las autoridades aeroportuarias tomaron la decisión de suspender temporalmente los despegues y aterrizajes.
Afortunadamente, la pericia de la tripulación y la naturaleza de la falla permitieron que el aterrizaje se completara sin que se registraran personas lesionadas entre los 130 pasajeros y la tripulación a bordo. Los pasajeros fueron desembarcados directamente en la pista y trasladados en autobuses hasta el edificio terminal, un procedimiento que, si bien inusual, se realizó en orden y sin contratiempos mayores.
Este tipo de incidentes, aunque no resulten en emergencias graves, ponen de relieve la importancia crítica de la infraestructura aeroportuaria y la eficiencia de los protocolos de respuesta en un destino turístico en pleno auge como Tulum. El aeropuerto «Felipe Carrillo Puerto» es una pieza clave en la estrategia de conectividad de la región sur de la Riviera Maya, y cualquier evento que afecte su operatividad puede generar un escrutinio público sobre su gestión y mantenimiento.
Impacto en Operaciones y Pasajeros
El cierre temporal de la pista, aunque se buscó que fuera lo más breve posible, inevitablemente causó un efecto dominó en la programación de otros vuelos, tanto de llegada como de salida. Pasajeros de otras aerolíneas y vuelos vieron sus itinerarios afectados con retrasos y posibles reprogramaciones. La aeronave de Volaris involucrada tuvo que ser remolcada para liberar la pista y permitir la reanudación de las operaciones normales.
Volaris, por su parte, emitió un comunicado destacando que la seguridad de sus pasajeros y tripulación estuvo garantizada en todo momento. Sin embargo, la falta de información detallada inmediata por parte de las autoridades aeroportuarias o la aerolínea durante el proceso generó cierta inquietud entre algunos viajeros, según testimonios recabados.
Este suceso subraya la sensibilidad del destino a cualquier interrupción en su conectividad aérea. La eficiencia en la gestión de contingencias y la comunicación transparente son fundamentales para minimizar el impacto en la experiencia de los viajeros y en la reputación del aeropuerto y del destino en general. Se espera que tanto la aerolínea como las autoridades aeronáuticas realicen las investigaciones pertinentes para determinar las causas exactas de la falla y tomar las medidas correctivas necesarias.


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