El 1 de febrero de 2025, un ataque violento en el municipio de Guadalupe y Calvo, Chihuahua, dejó a un general, dos soldados y un integrante de la Agencia Estatal de Investigación gravemente heridos. Utilizando drones y explosivos, el crimen organizado continúa mostrando su capacidad para desafiar la seguridad en la región.
Este ataque se suma a una serie de agresiones recientes contra fuerzas de seguridad pública en el sur del estado, lo que refleja un aumento alarmante de la violencia en la zona. La disputa entre los cárteles de Sinaloa y Juárez, particularmente en la región serrana, está exacerbando la situación, generando un entorno de creciente inseguridad.
El ataque con drones: una nueva modalidad de violencia en Chihuahua
El ataque a un alto mando militar y a varios efectivos de seguridad en Guadalupe y Calvo marca un punto crítico en el conflicto en Chihuahua. En este caso, un general de la 42 Zona Militar, acompañado de dos soldados y un integrante de la Agencia Estatal de Investigación, fue blanco de una agresión sofisticada, en la que se utilizaron drones para lanzar artefactos explosivos.
Este tipo de ataque, que emplea tecnologías no convencionales, refleja el nivel de organización y la capacidad de los grupos criminales para desafiar a las autoridades.
Según el reporte de las autoridades, el ataque ocurrió cuando los efectivos realizaban tareas de seguridad en el camino que conecta Dolores con la cabecera municipal. El general Jorge Alejandro Gutiérrez Martínez, de 56 años, y otros dos soldados resultaron heridos de gravedad, con uno de ellos perdiendo un ojo debido a la explosión.
Este incidente resalta no solo el peligro al que se enfrentan los miembros de las fuerzas de seguridad, sino también cómo la violencia en la región ha tomado nuevas formas.
Los cárteles en guerra: Gente Nueva vs. La Línea
La zona del ataque, ubicada en la región serrana de Chihuahua, es un territorio disputado por dos poderosos cárteles: Gente Nueva del Cártel de Sinaloa y La Línea del Cártel de Juárez. La Línea, que ha desplazado a Gente Nueva en la región tras más de 12 años de control, es responsable de gran parte de la violencia que se vive en el área.
El aumento de los enfrentamientos entre estos grupos criminales ha provocado no solo el incremento de agresiones a fuerzas de seguridad, sino también a la población civil.
La disputa por el control de esta zona ha llevado a un recrudecimiento de la violencia en los últimos meses. En la última semana de enero de 2025, se registraron múltiples ataques contra miembros de las fuerzas armadas, incluidos emboscadas que resultaron en la muerte de un soldado y el coronel Juan Corral Hernández, inspector del 23 Batallón de la Guardia Nacional.
La creciente violencia en Guadalupe y Calvo y sus alrededores
La violencia en el municipio de Guadalupe y Calvo no es un fenómeno aislado. A lo largo de enero y principios de febrero de 2025, varios ataques han sacudido la región sur de Chihuahua. El 26 de enero, un soldado murió y otro resultó herido en una emboscada perpetrada por criminales contra un convoy de la Secretaría de la Defensa Nacional.
En otro incidente, el 30 de enero, el director de Protección Civil Municipal, Librado Iván, fue asesinado por pistoleros, lo que muestra cómo la violencia está afectando no solo a las fuerzas de seguridad, sino también a los funcionarios locales que trabajan por la seguridad de la población.
A este escenario se suma el caso de una familia de cinco personas desaparecidas en Jiménez, Chihuahua, lo que subraya cómo la violencia del crimen organizado ha comenzado a impactar directamente a los ciudadanos, especialmente en las zonas rurales y periféricas del estado.
¿Qué está haciendo el gobierno ante la crisis de seguridad en Chihuahua?
El gobierno de Chihuahua, así como las fuerzas federales, han intensificado sus esfuerzos para combatir la creciente ola de violencia en la región. La presencia de Bases de Operación Interinstitucional en Guadalupe y Calvo es un ejemplo de cómo las autoridades intentan recuperar el control de las zonas más afectadas.
Sin embargo, la violencia sigue siendo imparable y las estrategias de seguridad continúan siendo desbordadas por la violencia que despliegan los cárteles de la droga.
La respuesta de las autoridades ha incluido más patrullajes y operativos conjuntos entre las fuerzas de seguridad locales, estatales y federales. No obstante, los ataques con drones y explosivos muestran la sofisticación de los grupos criminales, que están adaptando sus métodos de operación para mantenerse un paso adelante de las autoridades.
Conclusión: Chihuahua, un estado en guerra
Chihuahua continúa siendo uno de los estados más afectados por la violencia relacionada con el crimen organizado. Los recientes ataques, incluido el uso de drones y explosivos, son solo una muestra de la creciente complejidad de la guerra entre cárteles en la región.
La situación sigue siendo alarmante, no solo para las fuerzas de seguridad, sino también para la población civil, que se encuentra atrapada en el fuego cruzado. Mientras tanto, el gobierno federal y estatal deben reforzar sus esfuerzos para garantizar la seguridad y restablecer el orden en las áreas más conflictivas, donde la presencia del crimen organizado sigue siendo dominante.
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