Bajo un cielo estrellado y entre el reflejo de los manglares, la ría de Celestún se convirtió en un escenario de luz y misticismo durante el primer Festival de las Ánimas, donde embarcaciones iluminadas y decoradas recorrieron las aguas en homenaje a los fieles difuntos.
El evento combinó arte, cultura y tradiciones locales con actividades comunitarias, concursos y presentaciones artísticas.
El director del Patronato Cultur, Clemente Escalante Alcocer, destacó que este tipo de iniciativas fortalecen el tejido social y promueven el turismo sostenible, en cumplimiento de la instrucción del gobernador Joaquín Díaz Mena de impulsar el desarrollo de las comunidades turísticas de Yucatán.
Procesión y concurso de altares
Durante la procesión de las ánimas participaron escuelas del municipio, y se llevó a cabo un concurso de altares en el que la primaria José Alayola Preve obtuvo el primer lugar, seguida por la Bertha María González Rodríguez y el Colegio de Bachilleres de Celestún.
De manera paralela, el Parador Cultur fue sede de cine al aire libre, presentaciones de jaraneros, venta de artesanías y antojitos, además de una colecta de víveres a beneficio del DIF Yucatán.
Las más bellas
Las embarcaciones más creativas también fueron premiadas: la Bertha María González Rodríguez se llevó el primer sitio, la Josefa Ortiz de Domínguez el segundo y el Colegio de Bachilleres el tercero.
El muelle de la Reserva de la Biosfera Ría Celestún se llenó de catrinas que desfilaron sobre las lanchas, cautivando al público por su colorido y originalidad.
Desde el puente de acceso hasta el malecón, cientos de personas disfrutaron de un espectáculo que, por una noche, unió el arte, la memoria y la espiritualidad en uno de los rincones más emblemáticos de Yucatán.


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