A días de cumplir 11 años de la desaparición de los 43 estudiantes, los familiares salieron de Palacio Nacional con un sentimiento de frustración. Isidoro Vicario, abogado de los padres, señaló que las nuevas líneas de investigación presentadas por la presidenta Claudia Sheinbaum no reflejan avances sustanciales.
“No tenemos avances que nos acerquen al paradero de los jóvenes ni que aclaren lo ocurrido la noche del 26 de septiembre de 2014”, comentó Vicario.
Nuevas líneas de investigación, pero sin resultados concretos
Aunque Sheinbaum anunció la conformación de un nuevo equipo y nuevas líneas de investigación, incluyendo análisis de líneas telefónicas, los familiares consideran que esto no es suficiente. Mario González, padre de uno de los estudiantes, criticó que se haya dejado de lado investigaciones previas sobre el Ejército, que llevaban casi 10 años.
“Lo que vemos es que con la nueva tecnología han dejado caer las líneas que veníamos siguiendo”, expresó González.
Crimen de Estado y falta de una fiscalía efectiva
Emiliano Navarrete, otro padre de los desaparecidos, aseguró que la investigación sigue siendo pobre y que el Estado protege a los funcionarios implicados. La falta de una fiscalía con capacidad real ha contribuido a la impunidad en este caso emblemático de México.
“El Estado sigue encubriendo a los responsables y la investigación es insuficiente”, señaló Navarrete.
Posible regreso del Grupo de Expertos Independientes (GEI)
Un aspecto positivo de la reunión fue la posibilidad de que los GEI regresen para apoyar en la investigación, aunque dependerá de la decisión de la presidenta. La esperanza de los familiares permanece en que se cumpla la promesa de mantener abierta la carpeta hasta encontrar a los 43 estudiantes.
Contexto histórico y relevancia del caso Ayotzinapa
La desaparición ocurrió la noche del 26 de septiembre de 2014, cuando los normalistas viajaban a Ciudad de México para manifestarse por el aniversario de la matanza de Tlatelolco. A la fecha, México registra más de 133 mil personas desaparecidas, consolidando a Ayotzinapa como un símbolo de la crisis de desapariciones forzadas en el país.
“Hasta que se encuentre a todos los jóvenes, no debe cerrarse la carpeta”, aseguró Sheinbaum en reuniones anteriores, prometiendo una nueva visión de la investigación sin confrontación.
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