Niños reclutados por cárteles: el fenómeno de los “pollitos de colores”
En México, cada vez más niños y niñas son enrolados a edades tempranas en actividades delictivas que van desde labores de halconeo hasta tráfico de drogas y sicariato. Aunque no hay cifras exactas sobre cuántos menores forman parte del ejército de los cárteles, el fenómeno ha adquirido un nombre dentro del crimen organizado: “pollitos de colores”.
El origen del término y su significado
Los “pollitos de colores” provienen de la práctica ilegal de pintar crías de gallina con plumajes brillantes que se venden en ferias y tianguis. El crimen organizado adoptó el término como metáfora para denominar a los niños y adolescentes que son reclutados como halcones, aprendices, sicarios o mulas. Los plumajes azul, naranja, amarillo, verde y morado simbolizan la manera en que los menores son vistos: baratos, brillantes y desechables.
Reclutamiento desde edades tempranas
La Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) advierte que menores de entre nueve y diez años empiezan a ser reclutados como informantes, y a los 12 años ya conocen la estructura de los grupos criminales, convirtiéndose en vigilantes en casas de seguridad donde mantienen a los secuestrados. Entre 145 mil y 250 mil menores estarían en riesgo de ser enrolados debido a factores como pobreza, violencia y abandono estatal.
Falta de legislación y debate en el Congreso
Desde 2011, se han presentado al menos 50 iniciativas para tipificar como delito el reclutamiento de menores por grupos delictivos, pero todas han quedado congeladas en ambas cámaras del Congreso. Destaca un punto de acuerdo del PAN que buscaba exhortar a los tres niveles de gobierno a establecer acciones concretas para frenar el fenómeno, incluyendo investigaciones y campañas de prevención, pero no fue respaldado por Morena y aliados.
Los niños como halcones y sicarios
El punto de acuerdo legislativo explica que los cárteles entrenan a los menores en actividades tácticas y delictivas, incluso dispuestos a matar o morir. Los niños son reclutados frecuentemente por familiares o amigos y buscan pertenecer a un grupo, lo que facilita su integración a la estructura criminal. Su condición de menor los protege de castigos severos si son atrapados, lo que aumenta su vulnerabilidad y explotación.
Estados más afectados y cárteles implicados
Según el documento elaborado por la Secretaría de Gobernación en 2022, los estados más afectados por este reclutamiento son Baja California, Guerrero, Michoacán, Guanajuato y Zacatecas. Entre los grupos implicados destacan el Cártel de Sinaloa, Cártel Jalisco Nueva Generación y Los Viagras. Los menores participan en narcomenudeo, secuestro, tráfico de drogas y homicidios.
Urgencia de políticas públicas y protección integral
El punto de acuerdo en el Congreso sugiere que la Segob, SSPC, FGR, SEP y SIPINNA, en coordinación con autoridades locales, establezcan protocolos de actuación, políticas públicas y un marco jurídico robusto para proteger a los menores de la delincuencia organizada. Se enfatiza que los niños deben ser tratados como víctimas y, si cometen delitos, juzgados bajo la perspectiva de la infancia.
Reflexión final
El fenómeno de los “pollitos de colores” evidencia la vulnerabilidad de los menores frente al crimen organizado y la necesidad urgente de un marco legal que los proteja, prevenga su reclutamiento y garantice su desarrollo integral. Mientras el Congreso mantiene iniciativas congeladas, los niños siguen siendo blanco de los cárteles en México, en un ciclo de violencia y explotación que requiere atención inmediata.
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