La esperada primera reunión entre Claudia Sheinbaum y Donald Trump fue cancelada abruptamente. Descubre por qué un conflicto a 12,000 km de distancia tiene un impacto directo en la economía y la política de México.
La primera reunión cara a cara entre la presidenta Claudia Sheinbaum y su homólogo estadounidense, Donald Trump, fue cancelada a última hora en la cumbre del G7. La razón oficial, la escalada del conflicto entre Israel e Irán, deja al descubierto la vulnerabilidad de la agenda bilateral de México ante las prioridades geopolíticas de Washington.
La nueva estrategia de política exterior de la presidenta Claudia Sheinbaum enfrentó su primera gran prueba de realidad en la cumbre del G7 en Canadá, donde su esperada reunión bilateral con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue cancelada abruptamente. La decisión de Trump de regresar a Washington para monitorear la escalada militar entre Israel e Irán ha dejado en el aire temas críticos para la economía y seguridad de México, subrayando la fragilidad de la relación bilateral.
Una oportunidad diplomática perdida
Para la administración Sheinbaum, este encuentro era considerado incluso más crucial que la propia cumbre del G7. Marcaba un punto de inflexión respecto al aislacionismo de su predecesor y buscaba «reposicionar a México en los espacios más importantes de diálogo y coordinación a nivel global», según analistas.
La cancelación impidió abordar una agenda de alta prioridad para México:
* Aranceles: Negociar el levantamiento de los aranceles estadounidenses al acero y aluminio mexicanos.
* Seguridad: Consolidar la cooperación en la lucha contra el fentanilo, un área donde México ha mostrado avances con extradiciones de alto perfil para generar confianza con Washington.
* Remesas: El tema más sensible para la economía de millones de familias mexicanas. La administración buscaba cabildear en contra de un posible impuesto estadounidense a las remesas, que representan un ingreso vital de casi 65,000 millones de dólares anuales para México.
Aunque Sheinbaum sostuvo una llamada telefónica con Trump, donde acordaron «trabajar juntos para alcanzar pronto un acuerdo», la oportunidad de un diálogo privado y estratégico se desvaneció.
Análisis de expertos: la jerarquía de prioridades
Expertos en relaciones internacionales coinciden en el impacto de la cancelación. Jorge Alberto Schiavon Uriegas, de la Universidad Iberoamericana, señaló que se perdió la oportunidad de un avance diplomático «sin luces», lejos de la presión pública.
«Al final del día, solo hay una persona que toma decisiones aquí. No puedes estar seguro y confiar en nada hasta que el presidente Trump decida.» – Michael Shifter, profesor de la Universidad de Georgetown.
Este análisis subraya una realidad ineludible: aunque México diversifique sus alianzas, la relación con Estados Unidos depende de la atención y las prioridades del presidente en turno. Un conflicto en Medio Oriente puede, en un instante, relegar los intereses mexicanos a un segundo plano.
El impacto político interno
A nivel nacional, la cancelación ha sido utilizada por la oposición para argumentar que México no es una prioridad para la Casa Blanca. Simpatizantes del gobierno han calificado estas críticas de «ignorancia» y «antipatriotas», defendiendo que la decisión de Trump se debió a una crisis global de primer orden.
Sin embargo, más allá de la retórica política, el hecho es que la agenda crítica de México quedó en pausa. La incertidumbre sobre los aranceles y, sobre todo, la amenaza latente sobre las remesas, persisten. La cancelación no fue solo un contratiempo diplomático; fue una clara demostración de cómo la estabilidad económica y política de México está intrínsecamente ligada a eventos que ocurren a miles de kilómetros de distancia, y sobre los cuales no tiene ningún control. La capacidad de la administración Sheinbaum para navegar esta dependencia estructural será una de sus pruebas definitorias.


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