El primer día de diciembre estuvo marcado por la violencia en el municipio de Buenavista, Michoacán. Durante la tarde, un grupo armado atacó a elementos del Ejército Mexicano, Guardia Nacional y Guardia Civil que realizaban recorridos de vigilancia en la comunidad de Los Charcos.
La agresión desató un intenso enfrentamiento que culminó con tres civiles abatidos. Según las primeras investigaciones, los fallecidos, de entre 20 y 30 años, portaban armas de grueso calibre y equipo táctico. Sus cuerpos fueron trasladados al Servicio Médico Forense (Semefo) para identificar oficialmente a las víctimas y continuar con las investigaciones.
Un epicentro de violencia
Buenavista, como parte de la región de Tierra Caliente, enfrenta un grave panorama de violencia ligado a grupos del crimen organizado. Este municipio es clave dentro del Plan 100 días Tierra Caliente, una estrategia de seguridad destinada a proteger la cadena de producción del limón, amenazada constantemente por extorsiones.
Los Viagras, la Familia Michoacana y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) son señalados como los principales responsables de las extorsiones y enfrentamientos en la región. El Plan incluye la movilización de 860 elementos federales y estatales distribuidos en varios municipios, incluyendo Apatzingán, Aguililla y Tepalcatepec.
Michoacán, líder en producción de limón bajo amenaza
Con más de 64 mil hectáreas cultivadas y más de 3,400 productores registrados, Michoacán lidera la producción de limón en México. Sin embargo, la inseguridad ha generado pérdidas económicas y temor en la región. Durante los últimos dos meses, los operativos han resultado en la detención de 63 personas y el aseguramiento de 61 armas, 12 granadas y un laboratorio clandestino.
A pesar de estos avances, los limoneros y empacadores continúan denunciando extorsiones que afectan directamente la economía local. El crimen organizado exige pagos a productores y empresas bajo amenaza de violencia.
Un problema estructural
Los enfrentamientos armados y la violencia en Tierra Caliente son reflejo de un problema más profundo que involucra debilidad institucional, corrupción y falta de oportunidades. Las estrategias de seguridad deben ir acompañadas de políticas integrales que fortalezcan el tejido social y generen alternativas económicas para las comunidades afectadas.
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