La desaparición forzada de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa en 2014 es una herida que sigue abierta. Once años después, las familias continúan exigiendo verdad y justicia, enfrentándose a un Estado que aún no ofrece respuestas claras.
Arquitectura forense y la memoria en 3D
Proyectos como Ayotzinapa, cartografía de la violencia y las reconstrucciones digitales en 3D han permitido a la sociedad observar, con detalle, las escenas donde ocurrieron los ataques. Estas herramientas se han convertido en memoria interactiva y en exigencia de justicia.
Escena 1 — Calle Juan Álvarez y Periférico Norte
En este punto, los normalistas fueron atacados en múltiples ocasiones por policías municipales y hombres armados. Dos estudiantes fueron asesinados, varios resultaron heridos y entre 20 y 30 fueron desaparecidos tras ser subidos a patrullas. La presencia del Ejército se registró hasta horas después, no para auxiliar, sino para interrogar.
Escena 2 — El Palacio de Justicia
Frente al Palacio de Justicia, autobuses que transportaban estudiantes fueron baleados y bloqueados. Testimonios apuntan a policías municipales de Iguala y Huitzuco, además de la omisión de autoridades federales. Uno de los camiones clave fue ignorado por la investigación inicial de la entonces PGR.
Escena 3 — El Cruce de Santa Teresa
En este punto, el ataque alcanzó a civiles y al equipo de fútbol Los Avispones. El conductor, un jugador y un ciudadano fueron asesinados. Los testimonios revelan la presencia de crimen organizado, policías locales y fuerzas federales que llegaron más tarde de lo que sus propios reportes oficiales indicaban.
Ayotzinapa, símbolo de lucha y memoria colectiva
La reconstrucción de estos escenarios no solo busca entender los hechos, sino mantener viva la memoria de los estudiantes desaparecidos. Ayotzinapa es hoy símbolo de resistencia contra la impunidad en México y emblema internacional de la exigencia de justicia.
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