Desde el año 2014, Ismael “El Mayo” Zambada, cofundador y líder histórico del Cártel de Sinaloa, enfrentó un desafío crucial: una creciente tensión con los hijos de su antiguo aliado Joaquín “El Chapo” Guzmán, conocidos como Los Chapitos. Esta historia de estrategias, traiciones y temores revela cómo un capo veterano intentó maniobrar para salvar su vida y su familia de una guerra interna. Sin embargo, las decisiones que tomó lo llevaron a caer en una trampa que no solo selló su destino, sino que detonó un conflicto que ha fracturado al cártel más poderoso de México.
La lucha por evitar el conflicto con Los Chapitos
El Mayo Zambada, considerado una de las figuras más evasivas y astutas del narcotráfico mexicano, optó por evitar la confrontación directa con Los Chapitos, liderados por Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán. La razón detrás de su resistencia a la guerra fue simple: temía que una disputa interna pudiera acabar no solo con su familia, sino con su imperio.
Según Dámaso López Serrano, alias «El Mini Lic», quien compartió esta historia con la periodista Anabel Hernández, la tensión con Los Chapitos se agudizó debido a resentimientos acumulados desde la muerte de Édgar Guzmán López, el hijo favorito de El Chapo. Se rumorea que la muerte de Édgar fue resultado de un conflicto en el que Vicente Zambada Niebla, alias «El Vicentillo» e hijo de El Mayo, presuntamente tuvo un papel. Desde entonces, las acusaciones de traición y resentimientos entre ambos clanes se fueron acumulando.
Los momentos críticos: El Culiacanazo y el arresto de Ovidio
Los años recientes fueron especialmente complicados para El Mayo. En el Culiacanazo de 2019 y el arresto de Ovidio Guzmán en 2023, Los Chapitos acusaron a Zambada de haberse “quedado al margen” en momentos críticos. Pero El Mayo, al parecer, sabía que involucrarse en estos eventos podría ser el detonante de una guerra abierta que amenazaba con destruir la organización.
Como señaló López Serrano, El Mayo sabía que Los Chapitos eran distintos a sus antiguos rivales: “Matan familiares, roban propiedades… entienden la guerra de otra manera”. Pese a esta percepción, el líder del Cártel de Sinaloa intentó mantener la paz y evitar la entrada de sus hombres armados en territorios controlados por Los Chapitos, particularmente en Culiacán.
La traición desde la cárcel: El plan de Joaquín «El Chapo» Guzmán
Para Zambada, el golpe final vendría de una traición desde la prisión estadounidense donde El Chapo cumple una condena de cadena perpetua. Según un reportaje de Luis Chaparro, El Chapo habría diseñado un plan para entregar a su antiguo aliado y obtener así beneficios legales para sus hijos, especialmente Ovidio Guzmán López, quien fue extraditado en 2023.
En julio de 2024, una aparente reunión de reconciliación se organizó en Sinaloa. Guzmán López, uno de los hijos de El Chapo, convenció a Zambada de asistir. Sin embargo, el evento se convirtió en una emboscada, y El Mayo fue capturado y trasladado a Estados Unidos.
Según familiares cercanos, El Mayo expresó su arrepentimiento desde su captura, confesando: “Ya estoy aquí… por pendejo”. Este evento marcó el inicio de una guerra interna entre Los Chapitos y la facción conocida como La Mayiza, comandada por el hijo de Zambada, Ismael Zambada Sicairos, alias «El Mayito Flaco».
El nuevo conflicto: La guerra interna en el Cártel de Sinaloa
Con la captura de El Mayo, Los Chapitos han fortalecido su posición en el Cártel de Sinaloa, implementando una serie de estrategias para consolidar su control. Joaquín Guzmán López, desde la prisión, instruyó a sus hermanos para avanzar en el siguiente objetivo: capturar a El Mayito Flaco. Este último, al mando de La Mayiza, busca venganza por la traición que llevó a su padre a prisión y a lo que considera una “ruptura sin retorno”.
Este enfrentamiento ha generado una ola de violencia en Sinaloa, con ambas facciones luchando por el control de plazas clave y el dominio del mercado. Para Los Chapitos, la captura de El Mayito Flaco representa una oportunidad para presionar en las negociaciones legales y obtener beneficios para sus familiares encarcelados en Estados Unidos.
El futuro del Cártel de Sinaloa: ¿Una paz imposible?
Los rumores de que Zambada y su grupo ya preveían “algo grande” vienen de tiempo atrás, con adquisiciones de propiedades en diversas ciudades como Monterrey, Guadalajara y Ciudad de México. Sin embargo, el destino de su familia y el cártel que ayudó a construir parecen quedar ahora en manos de sus sucesores, quienes enfrentan un panorama oscuro. La historia de El Mayo Zambada y su intento de evitar una guerra que ya parece inevitable es, finalmente, un recordatorio de los límites de la diplomacia en el violento mundo del narcotráfico.
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