miércoles, diciembre 24, 2025

Aprendizajes perdidos: UNAM enfrenta semestre marcado por paros y bombas

Hablar de aprendizajes perdidos en la UNAM no es una metáfora ni una exageración dramatizada por las autoridades. Es, más bien, el diagnóstico preciso de un semestre que comenzó entre incertidumbre, continuó entre amenazas de bomba y terminó envuelto en paros estudiantiles que impactaron de manera directa la formación de miles de jóvenes. Lo que debería haber sido un periodo académico normal —con clases, laboratorios, debates y crecimiento profesional— se transformó en un escenario convulso que dejó huellas profundas.

Como en toda historia que marca un antes y un después, la comunidad universitaria vivió semanas de tensión, de exigencias legítimas, de reclamos, de organización colectiva y, también, de decisiones difíciles. A unos días de cerrar el semestre 2026-1, tres directores de facultades coincidieron en un punto: las afectaciones académicas alcanzaron niveles que tardarán en sanar.

Un semestre convulso y una comunidad dividida por la incertidumbre

Lorena Rodríguez León, directora de la Facultad de Economía, describió el cierre del semestre como “uno con un grado de complejidad importante”. La facultad recibió una amenaza de bomba el 18 de septiembre, lo que obligó a suspender clases y activar protocolos de emergencia. Pocos días después, el asesinato de un estudiante del CCH Sur generó un ambiente de inseguridad que se extendió a otros planteles, detonando paros y demandas de mayor protección.

El resultado: prácticamente la mitad de octubre la facultad estuvo detenida.

Y aunque se lograron avances en el diálogo con estudiantes y se evitó la recalendarización, Rodríguez León reconoce un reto mayor: “reconstruir el tejido social” y reforzar las medidas de seguridad. Para ello realizan dos mesas de trabajo semanales con los puntos del pliego petitorio. Es un proceso lento, delicado y profundamente necesario.

Los laboratorios y la gravedad de los aprendizajes perdidos en áreas experimentales

A mitad del recuento académico, surge la preocupación más seria: los aprendizajes perdidos en disciplinas donde la práctica es irremplazable. Carlos Amador Bedolla, director de la Facultad de Química, habló con claridad. Las más de tres semanas de paro hicieron imposible recuperar las clases experimentales. En química, la habilidad manual no se enseña por Zoom, ni se adquiere leyendo apuntes.

“La química es una ciencia experimental”, dijo. “Hacerlo a distancia es imposible”.

El director reconoció las tensiones con el estudiantado, pero enfatizó que el daño académico es profundo. No se puede reponer el trabajo de laboratorio con materiales distribuidos a distancia. No se puede simular la manipulación de sustancias ni la interacción con instrumentos especializados. El resultado es evidente: alumnos que quizá reprueben materias enteras porque perdieron competencias clave.

Repitió la frase que se convirtió en eje de este semestre: “Son aprendizajes perdidos”.

Odontología: entre paros, clases híbridas improvisadas y clínicas detenidas

Si en Química la pérdida fue grande, en Odontología la situación se volvió crítica. Su director, Francisco Javier Marichi Rodríguez, explicó que incluso al terminar las clases formales del semestre la facultad seguía en paro. Sin embargo, alrededor del 70% de estudiantes solicitó retomar actividades en línea, cansados del estancamiento académico.

Aun así, el 30% permanece detenido y quinto año —que depende totalmente de clínicas y prácticas— avanza con dificultades en instalaciones periféricas.

La facultad también respondió a las exigencias de seguridad duplicando cámaras: de 70 pasaron a 140. Pero hay demandas que no pueden atender, como el uso del estacionamiento de Medicina para estudiantes de Odontología. “No depende de nosotros”, lamentó el director.

Es una contradicción dolorosa: estudiantes que piden seguridad, autoridades que acceden en lo posible, pero paros que continúan aun con peticiones atendidas.

Entre tensiones y diálogo: lo que la UNAM no puede perder de vista

El semestre 2026-1 quedará marcado como uno en el que todas las partes creyeron estar luchando por lo correcto… pero donde nadie salió sin daños. Las amenazas de bomba revelaron fragilidades institucionales. Los paros evidenciaron malestares profundos. Y los directores, desde trincheras distintas, coincidieron en que el costo académico será difícil de revertir.

La UNAM enfrenta hoy un reto urgente: reconstruir confianza, garantizar seguridad y diseñar mecanismos reales de prevención y respuesta. Pero también debe reflexionar sobre el equilibrio entre el derecho a la protesta y el derecho a la educación.

Porque más allá de comunicados, asambleas, mesas de trabajo y demandas legítimas, hay un elemento que no puede recuperarse por completo: los aprendizajes perdidos.

Owen Michell
Owen Michell
Owen Michell es nuestro editor especializado en noticias digitales, con un profundo conocimiento en identificar tendencias y desarrollar contenido de consulta. Su experiencia en el panorama digital le permite brindar información relevante y atractiva para nuestra audiencia. Su pericia en el ámbito de las noticias digitales contribuye a la autoridad y actualidad de nuestro sitio.
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