Esta combinación mortal pone en riesgo a la juventud yucateca, principalmente entre los 15 y 29 años.
Una silenciosa pero creciente amenaza se extiende entre la juventud de Yucatán: el consumo de metanfetamina, conocida como cristal, adulterada con fentanilo, un opioide sintético 50 veces más potente que la heroína. De acuerdo con el Centro de Integración Juvenil (CIJ) de Mérida, esta mezcla ha comenzado a arraigarse principalmente entre adolescentes y jóvenes de entre 15 y 29 años, encendiendo las alarmas en materia de salud pública.
Aunque el fenómeno fue identificado desde hace dos años, fue en 2024 cuando comenzó a manifestarse con mayor intensidad. En lo que va de 2025, el CIJ ha atendido más de 600 nuevos casos de adicciones, y la mitad están directamente relacionados con el consumo de cristal. Lo más preocupante, advierten las autoridades, es que muchas de estas personas no saben que están inhalando fentanilo.
“Es una mezcla extremadamente peligrosa. Muchos usuarios piensan que están consumiendo sólo cristal, pero los análisis toxicológicos revelan la presencia de fentanilo”, alertó Modesta Rivero, directora del CIJ en Mérida. La combinación entre ambas sustancias no sólo aumenta el riesgo de sobredosis con dosis mínimas, sino que acelera el proceso de adicción y deterioro mental.
Colonias de Mérida en focos rojos
La situación ha llevado a las autoridades a identificar una serie de focos rojos en colonias y municipios donde el problema se ha agudizado. En Mérida, destacan las zonas de San José Tecoh, Vergel III, Francisco de Montejo, Emiliano Zapata Sur y la Colonia Centro. En el municipio vecino de Kanasín, se han detectado casos en San Haroldo, Cecilio Chi y Mulchechén. También en Umán —particularmente en la comisaría de Dzibikak— y en el puerto de Progreso, así como en otras zonas periféricas con altos índices de marginación.
La alerta va más allá del ámbito clínico. Las clínicas de rehabilitación están recibiendo a pacientes más jóvenes, muchos de ellos con cuadros de psicosis, ansiedad extrema y afectaciones neurológicas derivadas del consumo. Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en los últimos tres años el consumo de drogas sintéticas en la región ha aumentado un 37 por ciento.
Intensifican campañas de prevención
Ante este panorama, el CIJ ha intensificado sus campañas de prevención, destacando la iniciativa “El fentanilo mata”, dirigida a estudiantes, padres de familia y comunidades escolares. Además, se han reforzado los talleres de capacitación para maestros y personal educativo, con el fin de detectar conductas de riesgo y prevenir el consumo desde las aulas.
“La prevención debe ser integral y sostenida. Hoy más que nunca debemos actuar desde todos los frentes: salud, educación y seguridad”, enfatizó Rivero, quien hizo un llamado a las familias a mantener una comunicación abierta con sus hijos y a las autoridades a redoblar esfuerzos en la vigilancia del narcomenudeo y la atención a los jóvenes.


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