El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) enfrenta un reto creciente ante las lluvias torrenciales que han golpeado la capital en las últimas semanas. De acuerdo con su director general, el almirante Juan José Padilla Olmos, los cárcamos de la terminal aérea —estructuras encargadas de absorber y regular el flujo de agua— operan actualmente al 60% de su capacidad.
Durante un recorrido por las obras de renovación del aeropuerto, Padilla Olmos reconoció que las precipitaciones han provocado cierres parciales y afectaciones en pistas y accesos. “Hubo un par de horas que cerramos la terminal durante la última lluvia intensa, pero el aeropuerto siguió trabajando”, afirmó.
Los cárcamos del AICM son esenciales para evitar inundaciones, especialmente en la zona oriente de la capital, donde las lluvias de 2025 han sido particularmente fuertes. Aunque tres de estos sistemas son de los más antiguos, el aeropuerto no planea construir nuevos, sino rehabilitar los siete existentes antes del Mundial 2026.
Preparativos rumbo al Mundial 2026
Como parte de las medidas preventivas, el AICM realizará trabajos de renivelación en áreas verdes cercanas a las pistas para evitar escurrimientos de agua. Además, se mantiene activo un equipo de siete unidades de desazolve y diez barredoras especializadas para captar y canalizar la lluvia.
El plan de remodelación del aeropuerto, enfocado en mejorar su imagen y funcionalidad, alcanzará entre 70% y 80% de avance antes de abril de 2026, cuando las obras serán pausadas temporalmente por el Mundial. México albergará 13 partidos, incluidos cinco en el renovado Estadio Azteca, y se prevé que la terminal sea uno de los puntos clave de llegada de aficionados y delegaciones internacionales.
Las obras del AICM se reanudarán tras la competencia, en julio de 2026, con el objetivo de concluirlas a finales de ese mismo año.


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