Donald Trump vuelve a estar en el centro de la atención internacional. La Casa Blanca confirmó que este martes el presidente realizará un “anuncio emocionante” sobre el Departamento de Defensa, generando expectación en Washington y más allá.
La secretaria de Prensa, Karoline Leavitt, adelantó en Fox News que el anuncio estará directamente relacionado con la institución encargada de la seguridad nacional, lo que ha multiplicado especulaciones.
Trump y la idea de restaurar el “Departamento de Guerra”
La semana pasada, durante un encuentro con el presidente surcoreano Lee Jae-myung, Trump dejó entrever que podría renombrar el Departamento de Defensa como “Departamento de Guerra”, recordando que bajo esa denominación Estados Unidos obtuvo sus victorias más decisivas: la Primera y la Segunda Guerra Mundial.
“Lo llamamos Departamento de Defensa, pero para mí es el Departamento de Guerra. Así fue cuando ganamos nuestras mayores batallas”, afirmó.
Un nombre con peso histórico
El Departamento de Guerra existió hasta 1947, cuando fue reformado y rebautizado como Departamento de Defensa en plena Guerra Fría, buscando proyectar un enfoque menos bélico y más diplomático. Desde entonces, el cambio fue interpretado como un giro en la estrategia militar y política exterior estadounidense.
Expectación en torno al anuncio
El discurso desde el Despacho Oval será la primera aparición oficial de Trump en más de una semana. La ausencia reciente del mandatario alimentó rumores en redes sociales sobre su estado de salud, lo cual fue desmentido por la Casa Blanca.
El regreso de la idea de un “Departamento de Guerra” ya había sido mencionado en marzo por Pete Hegseth, secretario de Defensa, aunque sin precisar si implicaría modificaciones estructurales en el Pentágono.
¿Cambio simbólico o reforma real?
Expertos en política internacional advierten que el anuncio podría tener un fuerte valor simbólico, buscando reforzar la narrativa de Trump sobre el poder militar estadounidense, más que un cambio inmediato en la organización del Pentágono.
Sea cual sea el contenido del mensaje, el hecho de que el presidente hable de renombrar una institución clave como el Departamento de Defensa ya genera titulares en todo el mundo y podría marcar un punto de inflexión en su administración.
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