El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió pausar indefinidamente las conversaciones con el primer ministro canadiense Mark Carney, luego de que Ontario financiara una campaña televisiva que criticó duramente su política de aranceles a Canadá.
La controversia estalló cuando el spot se emitió durante la Serie Mundial, alcanzando a millones de espectadores estadounidenses y generando una fuerte reacción en la Casa Blanca.
Durante un vuelo en el Air Force One, Trump expresó con su característico tono desafiante:
“No quiero reunirme con él. No lo haré por un tiempo”.
Su declaración marcó una nueva fase de tensión entre Washington y Ottawa, en un contexto donde ambos países intentaban acercar posiciones en materia comercial.
Una relación comercial bajo presión
El conflicto se produce en un momento crítico. Desde hace meses, Canadá busca renegociar los impuestos al acero y aluminio, sectores esenciales en su economía.
Sin embargo, el anuncio televisivo, en el que se utilizaron frases del expresidente Ronald Reagan criticando los aranceles, fue interpretado por Trump como una provocación directa.
A pesar de que el primer ministro de Ontario, Doug Ford, retiró la campaña tras el fin de semana, el gesto no logró calmar los ánimos. Trump insistió en que Carney debía haber intervenido antes y calificó el incidente como “una falta de respeto a Estados Unidos”.
Canadá responde con diplomacia y cautela
Desde Ottawa, Carney evitó escalar el conflicto. En una rueda de prensa, aseguró que su país “está listo para sentarse cuando ellos lo estén”.
Reconoció que las negociaciones habían avanzado en temas clave como energía y metales, pero subrayó que “en toda negociación compleja, hay giros inesperados, y hay que mantener la calma”.
Actualmente, Canadá enfrenta un arancel base del 35%, aunque el T-MEC permite exenciones para la mayoría de productos. Sin embargo, sectores estratégicos como el acero, aluminio y automóviles siguen afectados por gravámenes del 25% al 50%, lo que complica la competitividad canadiense.
La raíz del conflicto: política, orgullo y control económico
Fuentes cercanas a la Casa Blanca sostienen que la decisión de Trump no solo responde al anuncio televisivo, sino también a su estrategia electoral.
Con los comicios de 2026 en el horizonte, el presidente busca reforzar su imagen de líder firme ante “abusos comerciales extranjeros”.
Analistas señalan que esta pausa diplomática podría frenar avances en cooperación energética y logística entre ambos países.
Trump cerró el tema con una frase que refleja su postura:
“El primer ministro lo sabía, todos lo sabían”.
Por ahora, el diálogo entre Washington y Ottawa queda congelado, a la espera de que el clima político se enfríe.


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