Londres amaneció con un nuevo terremoto mediático: una carta enviada por el expresidente Donald Trump encendió las alarmas en la BBC, al advertir posibles acciones legales por “manipular” su discurso previo al asalto al Capitolio en enero de 2021.
Según fuentes cercanas al equipo legal de Trump, la demanda podría alcanzar los 1.000 millones de dólares, tras la emisión de un documental que editó su discurso eliminando frases en las que pedía protestas “pacíficas y patrióticas”.
Horas antes, el director general Tim Davie y la jefa de noticias Deborah Turness habían presentado su renuncia, reconociendo un “error de juicio” en la edición del material.
BBC bajo fuego: disculpas, dimisiones y una amenaza legal
En una declaración oficial, la BBC confirmó haber recibido la carta y aseguró que “responderá a su debido tiempo”. Samir Shah, presidente del consejo de administración, declaró:
“Trump es un tipo litigioso. Debemos estar preparados para todos los resultados.”
El propio Trump celebró las renuncias desde su red social Truth Social, donde escribió:
“Los altos cargos de la BBC están dimitiendo porque los atraparon manipulando mi excelente discurso. ¡Personas muy deshonestas que dañan la democracia!”
El conflicto surge en un momento crítico para la cadena británica, que enfrenta la revisión de su carta constitutiva, la cual vence en 2027.
El documental que cambió el tono
El origen del escándalo está en el programa “Panorama: Trump, A Second Chance?”, emitido antes de las elecciones estadounidenses de 2024.
La versión editada unió fragmentos de su discurso separados por casi una hora, lo que dio la impresión de que el entonces presidente llamaba directamente a “luchar” frente al Capitolio.
En la versión original, sin embargo, Trump pidió expresamente manifestarse “de forma pacífica y patriótica”. Esta alteración fue suficiente para desatar una crisis de confianza y la dimisión de los máximos responsables editoriales de la corporación.
La BBC busca salvar su reputación
Shah se disculpó públicamente, reconociendo que la edición “dio la impresión de un llamado a la acción violenta”.
A pesar del golpe reputacional, defendió el legado de Davie como un “director sobresaliente” y negó acusaciones de sesgo político o antiisraelí.
La cadena británica, símbolo de imparcialidad informativa durante casi un siglo, enfrenta ahora un desafío mayor: reconstruir la credibilidad de su audiencia global y responder a una amenaza legal con potencial histórico.
Mientras tanto, Trump continúa utilizando el episodio para fortalecer su narrativa de “persecución mediática”, reactivando a su base más fiel de cara a las elecciones de 2025.


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