Washington amaneció con un nuevo episodio de confrontación entre Donald Trump y uno de sus críticos más frecuentes: el multimillonario liberal George Soros. En una publicación en Truth Social, Trump aseguró que Soros y su hijo deberían enfrentar cargos criminales por supuestamente financiar protestas violentas en Estados Unidos.
La declaración no solo agitó la conversación pública, sino que también avivó la tensión política en plena antesala de las elecciones presidenciales.
El trasfondo de la acusación
Trump señaló que tanto Soros como su hijo deberían ser procesados bajo la ley RICO, legislación diseñada en los años 70 para combatir al crimen organizado. Según el exmandatario, el magnate húngaro-estadounidense estaría detrás de “daños enormes” al país, acusándolo de apoyar a “grupos radicales” y de promover disturbios en las principales ciudades.
Sin embargo, Trump no presentó pruebas concretas para sustentar sus afirmaciones, lo que generó escepticismo entre analistas y medios de comunicación.
La respuesta de Soros y Open Society
La organización Open Society Foundations, fundada por Soros, calificó las acusaciones de Trump como “escandalosas y falsas”. A través de un comunicado, la red filantrópica señaló que los señalamientos del expresidente forman parte de una campaña política basada en teorías conspirativas y ataques personales.
Soros, conocido por financiar proyectos en defensa de la democracia, los derechos humanos y la libertad de prensa, ha sido históricamente blanco de la derecha estadounidense y europea.
Una estrategia política en año electoral
Los expertos coinciden en que estas declaraciones forman parte de la narrativa de Trump de cara a las elecciones presidenciales de 2025 en Estados Unidos. Posicionarse contra Soros no es nuevo: durante años, figuras conservadoras han utilizado su nombre como símbolo de la “élite liberal globalista” que, según ellos, busca influir en la política norteamericana.
Al recurrir a este discurso, Trump refuerza su imagen ante su base electoral, presentándose como el líder que combate a los “enemigos internos” del país.
¿Qué significa para el futuro político de EE.UU.?
Las acusaciones contra Soros podrían aumentar la polarización política. Mientras los seguidores de Trump ven en ellas un llamado a la justicia, sus detractores señalan que forman parte de una estrategia de distracción frente a los procesos legales que enfrenta el expresidente.
Lo cierto es que este nuevo enfrentamiento se suma a una lista de controversias que marcan la actual campaña, donde los discursos incendiarios parecen dominar más que las propuestas políticas.


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