domingo, diciembre 21, 2025

“Semana anticomunista”: Trump revive la guerra fría desde la Casa Blanca

Era una mañana fría en Washington cuando la Casa Blanca proclamó oficialmente la “semana anticomunista”, un gesto que evocó los ecos de la Guerra Fría. Detrás del discurso, se escondía una motivación más inmediata: las derrotas electorales sufridas por los republicanos ante socialistas democráticos en las urnas la semana pasada.

Para Donald Trump, el comunismo no es ya una amenaza externa. Según su narrativa, “vive dentro del país”, disfrazado de discursos progresistas y políticas sociales. Así lo expresó al llamar “comunista” al alcalde electo de Nueva York, Zohran Mamdani, representante del socialismo democrático.

La proclamación presidencial repitió frases duras: el comunismo, dijo, es una “doctrina del mal” que ha causado millones de muertes y amenaza la libertad y prosperidad de Estados Unidos. Pero la declaración no solo revivió fantasmas del pasado: también delineó una estrategia política de polarización ante el ascenso de la izquierda en el país.

Inmigrantes, narcotráfico y socialistas: los nuevos “enemigos”

El relato de la “amenaza comunista” se entrelaza con una ofensiva contra inmigrantes y minorías, calificados también como riesgos para la seguridad nacional. Bajo esta bandera, el gobierno ha intensificado las redadas del ICE, alcanzando cifras récord de detenciones.

De acuerdo con el Migration Policy Institute, el número de inmigrantes detenidos pasó de 39 mil a más de 61 mil en agosto de 2025, y se proyecta que alcance 107 mil para enero de 2026.

Mientras tanto, el Pentágono desplegó una fuerza naval en el Caribe, supuestamente para combatir el narcotráfico, pero las acciones militares han generado críticas por la falta de evidencia y los más de 70 muertos en operativos recientes.

Trump ha reforzado su discurso con frases incendiarias que mezclan populismo, religión y nacionalismo, y sus aliados como Lindsey Graham lo resumen con crudeza:

“Matamos a la gente correcta y recortamos tus impuestos”.

Entre el miedo y la estrategia: el nuevo tablero político estadounidense

La “semana anticomunista” no solo busca reforzar la identidad conservadora, sino también movilizar al electorado republicano antes del próximo ciclo electoral.
El mensaje es claro: el enemigo está en casa.

Sin embargo, analistas advierten que esta narrativa podría profundizar la división social y erosionar la democracia al etiquetar como “enemigos” a quienes disienten políticamente.

La estrategia recuerda a los días del macarthismo, cuando el miedo al comunismo justificó persecuciones, censura y pérdida de libertades civiles. Hoy, la historia parece repetirse, pero con nuevos protagonistas y plataformas digitales amplificando el discurso.

Un país entre sombras del pasado y tensiones del presente

La Casa Blanca intenta reescribir la narrativa nacional con una campaña simbólica: revivir el miedo al comunismo como instrumento de cohesión y poder.

Pero en el fondo, esta “semana anticomunista” parece menos una conmemoración histórica y más una respuesta política ante la pérdida de control electoral y el avance progresista.

El enemigo ya no es una nación extranjera, sino una idea que amenaza el statu quo. Y como en toda guerra fría, el verdadero campo de batalla será el de las mentes y los votos.

Owen Michell
Owen Michell
Owen Michell es nuestro editor especializado en noticias digitales, con un profundo conocimiento en identificar tendencias y desarrollar contenido de consulta. Su experiencia en el panorama digital le permite brindar información relevante y atractiva para nuestra audiencia. Su pericia en el ámbito de las noticias digitales contribuye a la autoridad y actualidad de nuestro sitio.
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