Un clima de miedo se apodera de las comunidades cubana, haitiana y venezolana en Miami ante redadas de ICE y duras políticas migratorias. Conoce los detalles.
Un clima de pánico e incertidumbre se ha apoderado de las comunidades latinas e inmigrantes de Miami-Dade, ante una intensificación de las redadas de ICE y la implementación de nuevas políticas federales y estatales que amenazan con la deportación a miles de personas.
MIAMI, FL – Las calles de Doral, Hialeah y otros enclaves inmigrantes del sur de la Florida están más silenciosas. La razón, según residentes y activistas, es un miedo palpable que se ha instalado en el corazón de la comunidad latina tras una serie de acciones de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y cambios en las políticas migratorias que han dejado a miles en un limbo legal.
Las fuentes del temor: Una tormenta perfecta
La ansiedad actual es el resultado de una convergencia de políticas a nivel federal, estatal y local que afectan directamente a la vida cotidiana de los inmigrantes.
* Redadas de ICE: Se han multiplicado los informes de agentes de ICE, a menudo vestidos de civil, deteniendo a inmigrantes fuera de los juzgados de Miami. Esta táctica ha generado un «ambiente extremadamente tenso» y ha disuadido a muchos de acudir a sus citas judiciales por temor a ser deportados.
* Acuerdo 287(g) en Miami: A pesar de la fuerte oposición pública, la Comisión de la Ciudad de Miami aprobó recientemente un controvertido acuerdo 287(g), que permite a la policía local colaborar con ICE en la aplicación de leyes de inmigración. Críticos argumentan que esto erosiona la confianza entre la policía y la comunidad.
* El dilema del I-220A: Una fuente particular de angustia es la situación de unos 400,000 cubanos que ingresaron al país bajo el estatus I-220A. Anteriormente se les había asegurado que no eran una prioridad para la deportación, pero ahora se encuentran en el punto de mira de las autoridades, lo que ha llevado a muchos a sentirse traicionados por los políticos que les prometieron seguridad.
* Prohibiciones de viaje y fin del parole: La administración Trump ha implementado prohibiciones de viaje que afectan a ciudadanos de países como Venezuela y ha puesto fin al programa de parole humanitario CHNV, enviando notificaciones de «auto-deportación» a beneficiarios haitianos y de otras nacionalidades.
Voces de la comunidad y reacciones políticas
La respuesta de la comunidad ha sido una mezcla de miedo y resistencia. Durante la reunión de la comisión de Miami, decenas de residentes suplicaron a los comisionados que no aprobaran el acuerdo con ICE.
> «Estos son nuestros vecinos, no criminales, asesinos o violadores. Por favor, no ayuden a avanzar el ambiente de miedo, ansiedad y crueldad que se está creando con estas deportaciones ilegales.» – Orador público en la Comisión de la Ciudad de Miami.
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Incluso figuras políticas del Partido Republicano han expresado su preocupación. La senadora estatal Ileana Garcia emitió una declaración instando a la administración Trump a buscar una «solución más constructiva». Advirtió que la pérdida de trabajadores inmigrantes podría devastar las industrias agrícola y hotelera de Miami-Dade, pilares de la economía local.
Abogados de inmigración como Liudmila Marcelo describen una situación sin precedentes. «Nunca he visto un pánico tan generalizado en la comunidad inmigrante», afirmó a El País, relatando casos de clientes con crisis nerviosas que optan por la auto-deportación ante la abrumadora incertidumbre.
La situación en Miami pone de relieve una profunda contradicción: una ciudad construida y sostenida por inmigrantes se ha convertido en el epicentro de políticas que amenazan con desgarrar su tejido social y económico. La comunidad ahora vive día a día, atrapada entre la esperanza de un futuro en Estados Unidos y el miedo constante a la deportación.


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