En lo que se describe como un rescate milagroso, los 31 trabajadores de la construcción que quedaron atrapados tras el colapso de un túnel a más de 120 metros de profundidad en Wilmington, Los Ángeles, han sido sacados a la superficie, todos sanos y salvos.
LOS ÁNGELES, CA. – Lo que comenzó como un informe de emergencia desesperado terminó en una celebración de vida y alivio. Una masiva operación de rescate culminó con éxito el miércoles por la noche cuando los 31 obreros atrapados en un túnel de aguas residuales parcialmente derrumbado fueron rescatados sin que se reportaran heridos de gravedad.
El colapso ocurrió en el Túnel de Desagüe de Efluentes de Los Ángeles, una estructura de 5.5 metros de diámetro que forma parte del ambicioso Proyecto Clearwater. El derrumbe se produjo a una profundidad de aproximadamente 450 pies (unos 137 metros) y, crucialmente, a una distancia de entre 5 y 6 millas (hasta 9.6 kilómetros) de la única entrada y salida del túnel, lo que complicó enormemente los esfuerzos iniciales.
Una Huida a Oscuras y una Lucha por Sobrevivir
Los relatos de los trabajadores rescatados pintan un cuadro aterrador de su lucha por la supervivencia en las profundidades de la tierra.
Según los familiares, los obreros escucharon un «sonido sibilante», como si se escapara presión, justo antes de que los escombros comenzaran a llover sobre ellos. En la oscuridad, iluminados solo por las lámparas de sus cascos, se encontraron con una pared de tierra y rocas de entre 12 y 15 pies de altura (casi 5 metros) que bloqueaba su camino.
«Me dijo que pensó que iba a morir bajo tierra. […] Sentían que el túnel estaba perdiendo oxígeno». – Arally Orozco, hermana de tres de los trabajadores rescatados, describiendo su experiencia.
Para escapar, tuvieron que trepar por el montículo de escombros sueltos y apretujarse a través de un pequeño agujero. Mientras tanto, el agua comenzó a filtrarse en el túnel, llegando a la altura de la cintura en algunos puntos y arrastrando con fuerza un vehículo de transporte en el que habían intentado huir.
Una Operación de Rescate de Élite
En la superficie, se desplegó una respuesta de emergencia masiva. Más de 100 efectivos del Departamento de Bomberos de Los Ángeles (LAFD), incluyendo todos sus equipos de élite de Búsqueda y Rescate Urbano (USAR), se movilizaron al lugar.
Una vez que los trabajadores superaron la parte más peligrosa por sus propios medios, los equipos de rescate pudieron llegar hasta ellos en vehículos y transportarlos de regreso por el túnel hasta el pozo de acceso principal.
Imágenes aéreas capturaron el dramático momento final del rescate: una grúa izando a los trabajadores fuera del pozo en una jaula metálica amarilla, uno por uno, mientras eran recibidos con aplausos y alivio.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, y la supervisora del condado, Janice Hahn, acudieron al lugar para mostrar su apoyo. «Acabo de hablar con muchos de los trabajadores que estuvieron atrapados», publicó la alcaldesa Bass en X. «Gracias a todos nuestros valientes socorristas que actuaron de inmediato. Ustedes son los verdaderos héroes de L.A.».
En un día lleno de noticias trágicas, el rescate de Wilmington es un poderoso recordatorio de la resiliencia humana y la eficacia de los servicios de emergencia, una historia de triunfo contra todo pronóstico que ha traído un suspiro de alivio a toda la ciudad.


TE PODRÍA INTERESAR