En una impactante demostración del efecto real de las guerras arancelarias, las exportaciones de vehículos de la principal planta de Hyundai en Estados Unidos prácticamente se han desvanecido, cayendo de más de 2,300 autos en mayo a solo 14 en junio. No es una caída de ventas, es una retirada estratégica forzada.
Los números son tan drásticos que parecen un error tipográfico. La planta de Hyundai Motor Manufacturing Alabama (HMMA), una de las joyas de la corona del fabricante surcoreano en Norteamérica, exportó un total de 14 vehículos en el mes de junio. Esta cifra contrasta brutalmente con los 2,386 vehículos exportados en mayo de este año y los 1,303 del mismo mes del año anterior. Es el total mensual más bajo desde los primeros días de la pandemia de COVID-19.
Esta caída no responde a una falta de demanda ni a problemas de producción. Es la consecuencia directa y calculada de la política arancelaria de Washington y una clara evidencia de cómo las decisiones geopolíticas pueden reconfigurar las cadenas de suministro globales en cuestión de semanas.
El «Arma» Arancelaria: La Causa del Desplome
Fuentes de la industria atribuyen sin rodeos este colapso a la «estrategia de realineación de la producción» de Hyundai, diseñada específicamente para mitigar el impacto del arancel del 25% que Estados Unidos ha impuesto a todos los vehículos importados.
El arancel no solo encareció las exportaciones, sino que las hizo económicamente inviables, forzando a una corporación multimillonaria a rediseñar por completo su estrategia de producción en Norteamérica.
La Estrategia de Supervivencia de Hyundai
Ante este escenario, Hyundai ha activado un plan de contingencia drástico. En lugar de exportar vehículos desde su planta de EE.UU. (y arriesgarse a pagar aranceles por las piezas importadas utilizadas en ellos), la compañía ha tomado dos decisiones clave :
* Priorizar el Mercado Local: Los vehículos producidos en la planta de Alabama ahora se destinarán casi en su totalidad al mercado interno de Estados Unidos.
* Reubicar la Producción: Para abastecer a otros mercados como Canadá, Hyundai está trasladando la producción de ciertos modelos a sus plantas en México, desde donde puede exportar bajo diferentes condiciones.
Vehículos exportados
- Junio (2023): 1,303
- Junio (2024): 14
Este no es un caso aislado. Las exportaciones totales de automóviles de Corea del Sur a Norteamérica han caído, con los envíos a EE.UU. desplomándose un 19.6% tras la imposición de los aranceles. La tensión geopolítica también está golpeando a la empresa en los mercados financieros, donde las acciones de Hyundai Motor cayeron un 4.05% ante las noticias de conflictos en Oriente Medio que podrían afectar los costos energéticos.
La historia de Hyundai en Alabama no es solo una noticia sobre una empresa. Es una advertencia contundente sobre la fragilidad de las cadenas de suministro globales y cómo las decisiones tomadas en los despachos de poder pueden fracturarlas instantáneamente, con consecuencias directas para las empresas, los trabajadores y, en última instancia, los consumidores.


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