El Gobierno del presidente Donald Trump informó ante el Congreso de Estados Unidos que, por ahora, no puede justificar legalmente un posible ataque militar contra Venezuela. Aunque aclaró que no existen planes inmediatos para incluir al país sudamericano en su campaña antidrogas, la administración estadounidense mantiene la posibilidad abierta de futuras acciones.
De acuerdo con medios como CNN, los secretarios de Estado, Marco Rubio, y de Guerra, Pete Hegseth, ofrecieron el miércoles detalles a los legisladores sobre los avances de la operación antidrogas ordenada por Trump, que ha resultado en casi una veintena de ataques a presuntas embarcaciones en el Caribe y el Pacífico, dejando más de 60 muertos.
Sin bases legales para un ataque
En la reunión, representantes del Departamento de Justicia explicaron que la “orden de ejecución” que respalda la operación antidrogas en aguas internacionales no incluye objetivos en tierra firme, por lo que un ataque dentro del territorio venezolano carecería de sustento legal en este momento.
Pese a ello, funcionarios del gobierno estadounidense no descartaron acciones futuras contra líderes o instalaciones vinculadas con el narcotráfico en Venezuela.
Trump mantiene la presión sobre Maduro
El presidente Donald Trump ha endurecido su discurso contra el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, a quien acusa de encabezar una red internacional de narcotráfico. En octubre, medios estadounidenses revelaron que el Departamento de Justicia elaboró una opinión legal que buscaba justificar ataques contra organizaciones designadas como terroristas internacionales, incluyendo a 24 grupos criminales con presencia en Latinoamérica.
Una fuente citada por CNN advirtió que el panorama podría cambiar rápidamente: “Lo que es cierto hoy puede que no lo sea mañana”, dijo.
Despliegue militar en el Caribe
Actualmente, Estados Unidos mantiene uno de sus mayores despliegues marítimos en la región desde la primera Guerra del Golfo. En el Caribe se encuentran ocho buques de guerra —seis de ellos destructores—, tres naves anfibias y un submarino, además del portaaviones nuclear Gerald R. Ford, que recientemente cruzó el Estrecho de Gibraltar rumbo a la zona.
La operación ha generado el rechazo de Caracas, Bogotá y gobiernos aliados como Brasil, Nicaragua y Cuba, quienes acusan a Washington de “provocar tensiones innecesarias” en la región.


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