La madrugada del 24 de agosto, el sonido de disparos rompió la calma en Dallas, Texas. El blanco no fue una escuela ni un centro comercial, sino las oficinas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE). Según el FBI, el objetivo del tirador era claro: sembrar “verdadero terror” entre los agentes migratorios.
El ataque dejó un saldo trágico: un migrante muerto y dos heridos, entre ellos un ciudadano mexicano.
La investigación del FBI: planificación y mensajes de odio
El director del FBI, Kash Patel, reveló que el agresor, identificado por medios estadounidenses como Joshua Jahn, de 29 años, acumuló una serie de manuscritos y búsquedas que evidencian un alto grado de planificación.
Entre el 19 y el 24 de agosto, Jahn consultó aplicaciones para rastrear agentes del ICE y descargó documentos con la ubicación de oficinas del Departamento de Seguridad Nacional (DHS). También indagó sobre balística y recopiló videos de tiroteos previos.
Uno de sus mensajes más perturbadores decía:
«Espero que esto les dé verdadero terror a los agentes del ICE, para que se pregunten si hay un francotirador con munición antitanque en ese tejado.»
Reacciones políticas: Trump señala a la “izquierda radical”
El presidente Donald Trump no tardó en pronunciarse. Desde la Casa Blanca, acusó a la “izquierda radical” de ser responsable de la violencia, aunque el FBI no ha confirmado ningún vínculo del atacante con movimientos políticos.
“La izquierda radical está causando este problema, no la derecha… y va a empeorar”, declaró Trump en conferencia junto al mandatario turco Recep Tayyip Erdoğan.
DHS refuerza la seguridad de sus instalaciones
Tras el ataque, el DHS anunció un incremento de medidas de seguridad en instalaciones del ICE a nivel nacional. Según cifras oficiales, los agentes migratorios enfrentan un aumento de más del 1000% en agresiones en su contra.
No obstante, defensores de los derechos de los inmigrantes han denunciado que en muchos casos son los propios agentes quienes provocan confrontaciones, incluso utilizando fuerza letal, como ocurrió en Chicago, donde un migrante mexicano perdió la vida recientemente.
Un país dividido por la migración y la violencia
El tiroteo en Dallas no solo expuso una amenaza contra agentes federales, sino que también reflejó el creciente clima de tensión en Estados Unidos respecto a la política migratoria. Entre acusaciones políticas, reclamos sociales y tragedias humanas, el debate sigue más vivo que nunca.


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