La administración del presidente Donald Trump reactivó una antigua práctica de verificación vecinal para los inmigrantes que soliciten la ciudadanía estadounidense. A partir de ahora, funcionarios del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS, por sus siglas en inglés) podrán entrevistar a vecinos y compañeros de trabajo como parte del proceso de investigación.
Estas inspecciones habían dejado de realizarse en 1992, ya que por tres décadas la revisión se basó principalmente en verificaciones biométricas y antecedentes penales del FBI. Sin embargo, el nuevo memorando del 22 de agosto instruye a los oficiales a solicitar información adicional que respalde la buena conducta moral de los solicitantes.
Evidencias adicionales y posibles consecuencias
Entre los nuevos requisitos, los inmigrantes deberán presentar cartas de conocidos que acrediten su buen comportamiento. En caso de no proporcionar dicha evidencia, el USCIS podrá ordenar una investigación vecinal.
De acuerdo con la agencia, los extranjeros que buscan la naturalización deben demostrar que “han sido y siguen siendo” personas de buen carácter moral. Además, se anunció que los factores descalificadores se ampliarán y podrán incluir conductas como infracciones de tránsito repetidas.
Atributos positivos y mayor escrutinio
El Gobierno señaló que no bastará con la ausencia de mala conducta, sino que se tomarán en cuenta atributos positivos como participación comunitaria, logros académicos, vínculos familiares, historial laboral estable y cumplimiento de obligaciones fiscales.
Esta medida forma parte de la estrategia de la Casa Blanca para endurecer el escrutinio de los inmigrantes que solicitan beneficios migratorios. Con este regreso de las visitas vecinales, se incrementa la presión sobre quienes buscan obtener la ciudadanía en Estados Unidos.
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