El multimillonario Elon Musk ha declarado una guerra política total contra su antiguo aliado, el presidente Donald Trump, al anunciar la formación de un nuevo partido político, el «America Party», en una dramática escalada de su disputa sobre el gasto federal.
Lo que comenzó como una alianza estratégica entre dos de las figuras más poderosas de Estados Unidos ha implosionado en una guerra abierta. Elon Musk, el CEO de Tesla y SpaceX, anunció este fin de semana la creación del «America Party», un nuevo frente político diseñado para desafiar directamente a Donald Trump y al sistema bipartidista, al que acusa de llevar al país a la bancarrota.
La ruptura se formalizó después de que Trump promulgara su emblemática ley de recortes de impuestos y aumento del gasto, apodada por él mismo como la «gran y hermosa ley». Musk, quien hasta hace poco dirigía la iniciativa de Trump para recortar costos en el gobierno, el «Departamento de Eficiencia Gubernamental» (DOGE), se convirtió en el crítico más feroz del proyecto.
Cuando se trata de llevar a la bancarrota a nuestro país con despilfarro y corrupción, vivimos en un sistema de un solo partido, no en una democracia. Hoy, se forma el America Party para devolverles su libertad: – Elon Musk en la red social X.
El Catalizador: Una Ley «Insanamente Cara»
La disputa se centra en la nueva ley de gasto federal. Musk la ha calificado de «abominación repugnante» y una «ley de gasto demencial» que aumentará peligrosamente el déficit nacional. Su oposición también tiene una dimensión personal y empresarial: la ley elimina importantes créditos fiscales para la energía verde, que han beneficiado directamente a su compañía de vehículos eléctricos, Tesla.
La reacción de Trump fue inmediata y contundente. Calificó la idea del partido de Musk como «ridícula» y lo describió como un «DESCARRILAMIENTO» en su red social, Truth Social. Además, amenazó con retirar los miles de millones en contratos gubernamentales de las empresas de Musk y bromeó con «poner a Doge sobre Elon», en referencia a su antigua agencia de recortes.
La Estrategia del «America Party»: Disrupción Quirúrgica
A diferencia de los terceros partidos tradicionales que buscan un apoyo masivo, la estrategia de Musk parece ser más una operación de disrupción quirúrgica. Su plan no es presentar un candidato presidencial, sino algo mucho más calculado.
Objetivo 2026: El partido se centrará en las elecciones de mitad de período de 2026 con el objetivo de ganar «solo 2 o 3 escaños en el Senado y de 8 a 10 distritos de la Cámara».
El Voto Decisivo: Con márgenes tan estrechos en el Congreso, este pequeño bloque de legisladores tendría un poder desproporcionado, actuando como el voto decisivo en leyes contenciosas.
Plataforma: Musk ha esbozado una plataforma de conservadurismo fiscal: reducir el déficit, promover la desregulación tecnológica, expandir la defensa habilitada por IA y, en un movimiento de alto potencial viral, ha prometido que una de las prioridades del partido será la publicación de los archivos de Jeffrey Epstein.
Un Nuevo Modelo de Poder: ¿Puede un Billonario Hackear la Política?
Este movimiento no parece ser un intento genuino de construir un partido de masas desde cero. Más bien, es una demostración de un nuevo modelo de influencia política. Musk está utilizando su vasta riqueza y su plataforma mediática no para ganar elecciones directamente, sino para amenazar con arruinarlas para aquellos que se le oponen.
Al financiar a los rivales en las primarias de los republicanos que votaron por la ley de gasto, Musk ejerce una amenaza directa y creíble. No necesita que el «America Party» gane; solo necesita que le quite suficientes votos al candidato republicano para que pierda frente a un demócrata. Este «efecto spoiler» es su principal arma.
Los analistas políticos se muestran escépticos sobre la viabilidad a largo plazo del partido, citando los enormes obstáculos que enfrentan las terceras vías en EE. UU.. Sin embargo, la reacción del mercado fue inmediata: las acciones de Tesla cayeron casi un 7% tras el anuncio, reflejando la incertidumbre que esta nueva faceta política de su CEO genera en el mundo financiero.
El «America Party» es, en esencia, una prueba de estrés para el sistema político estadounidense. Pone sobre la mesa una pregunta inquietante: en la era de la polarización y la extrema riqueza, ¿puede un solo individuo, armado con miles de millones de dólares y una plataforma global, mantener como rehén a uno de los dos principales partidos políticos del país? El 2026 dará las primeras respuestas.


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