La calma diplomática en la Ciudad de México se vio sacudida tras una revelación que parecía salida de una novela de espionaje internacional. De acuerdo con funcionarios de Estados Unidos, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán habría planeado asesinar a Einat Kranz Neiger, embajadora de Israel en México, en una operación encubierta que comenzó a gestarse a finales de 2024.
La información, confirmada por fuentes de inteligencia estadounidense, señala que el plan se mantuvo activo durante la primera mitad de 2025, pero finalmente fue contenido antes de que representara un riesgo real para la diplomática o el cuerpo diplomático israelí en territorio mexicano.
Un complot con ecos de la guerra en la sombra
El episodio se inscribe en un contexto de alta tensión global, marcado por los enfrentamientos indirectos entre Irán e Israel, que han escalado desde los ataques a instalaciones nucleares iraníes en junio pasado. Washington ha advertido reiteradamente sobre operaciones clandestinas iraníes dirigidas contra diplomáticos, periodistas y disidentes en distintos países.
Los servicios de inteligencia occidentales han identificado patrones similares: el uso de intermediarios criminales y redes locales para ejecutar acciones encubiertas, evitando una implicación directa del régimen de Teherán. En este caso, la planificación del ataque en México habría seguido esa misma lógica.
Aunque Estados Unidos no reveló detalles sobre cómo se frustró la operación, fuentes cercanas al caso señalan que el monitoreo de comunicaciones y movimientos sospechosos permitió actuar antes de que el complot se materializara.
México, nuevo foco de la geopolítica encubierta
El hecho de que el supuesto complot se desarrollara en territorio mexicano ha despertado preocupación sobre la vulnerabilidad del país ante conflictos internacionales. México, históricamente neutral en temas del Medio Oriente, se ha convertido en un espacio estratégico por su cercanía con Estados Unidos y su amplia red diplomática.
La presencia de la embajada de Israel en la capital mexicana la convierte en un posible objetivo simbólico para grupos hostiles al Estado israelí. Sin embargo, tanto la embajada como la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana no han emitido comentarios públicos sobre el tema.
Reacciones y consecuencias diplomáticas
Desde Washington, se busca evitar una escalada. Fuentes del Departamento de Estado han insistido en que no existe una amenaza actual y que el incidente fue controlado antes de representar peligro inmediato. No obstante, la revelación llega en un momento delicado, cuando los vínculos entre Irán y varios países latinoamericanos —incluyendo Venezuela y Bolivia— son observados con cautela por los servicios de inteligencia estadounidenses.
La noticia también refuerza la narrativa de que Irán mantiene una red global de operaciones encubiertas, lo que incrementa la presión diplomática sobre Teherán. En Europa, países como Reino Unido y Suecia ya habían denunciado intentos similares, señalando hasta veinte complots desarticulados desde 2022.
Un recordatorio del peligro invisible
El caso de la embajadora Kranz Neiger pone de relieve los riesgos permanentes que enfrentan los diplomáticos en un entorno internacional cada vez más volátil. Aunque la amenaza fue neutralizada, deja una huella profunda en el ámbito de la seguridad diplomática en México y evidencia la necesidad de cooperación internacional frente a las redes clandestinas de violencia política.


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