Venezuela: ejecuciones arbitrarias, torturas y censura
Estados Unidos alertó sobre un “empeoramiento significativo” de la situación de los derechos humanos en Venezuela tras las elecciones presidenciales de 2024.
El informe anual del Departamento de Estado, el primero bajo la administración de Donald Trump, documenta ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, torturas, detenciones arbitrarias y represión transnacional contra extranjeros.
Uno de los puntos más graves es la denuncia de reclutamiento ilegal de menores por grupos armados apoyados por el régimen de Nicolás Maduro. El reporte también acusa severas restricciones a la libertad de prensa mediante amenazas, violencia y arrestos contra periodistas.
Cuba: trabajo forzoso y restricciones religiosas
Aunque no se detectaron cambios sustanciales, el documento mantiene la denuncia sobre trabajo forzoso patrocinado por el Estado cubano y limitaciones a la libertad religiosa.
El informe subraya que la censura y la falta de garantías para la disidencia continúan siendo problemas estructurales.
México: violencia del crimen organizado e impunidad
Para México, el Departamento de Estado señala que el narcotráfico y la impunidad son los mayores desafíos.
El documento menciona ejecuciones extrajudiciales, desapariciones, torturas y restricciones a la libertad de prensa, con periodistas trabajando bajo alto riesgo.
Se cita el caso del ataque del 31 de marzo de 2024 en Chiapas, donde 25 personas murieron en un enfrentamiento entre la Guardia Nacional y un grupo armado. El informe cuestiona la falta de transparencia, pues las autoridades reportaron solo 10 muertos y ningún miembro de las fuerzas de seguridad procesado. También se resalta el asesinato de cinco periodistas en 2023.
El Salvador: fin de las críticas y cooperación en seguridad
A diferencia de años anteriores, El Salvador no recibió fuertes críticas. El informe afirma que no hubo “violaciones significativas” y destaca que el estado de excepción impulsado por Nayib Bukele redujo la violencia de pandillas a un mínimo histórico.
Además, se menciona la oferta de Bukele para que la prisión de máxima seguridad Cecot albergue migrantes acusados de vínculos con el Tren de Aragua, en cooperación con Estados Unidos.
Brasil: represión de la libertad de expresión
Sobre Brasil, el informe denuncia un “deterioro significativo” de los derechos humanos, atribuido a la represión de la libertad de expresión de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro.
La suspensión temporal de la red social X por la justicia brasileña, en respuesta a la difusión de desinformación, es señalada como un acto de censura.
Estados Unidos anunció aranceles del 50% como represalia por el proceso judicial contra Bolsonaro, acusado de intentar evitar la transferencia de poder tras las elecciones de 2022.
Sudáfrica: tensiones por expropiación de tierras
En el caso de Sudáfrica, el documento alerta sobre un declive en derechos humanos por la expropiación de tierras a la minoría afrikáner.
Estados Unidos otorgó refugio político a miembros de ese grupo en mayo, tras una denuncia de Donald Trump sobre un supuesto genocidio, afirmación que fue rechazada por el presidente Cyril Ramaphosa.
China, Irán y Rusia: violaciones graves y crímenes de guerra
El informe reitera las acusaciones contra China por el genocidio contra la minoría uigur, y contra Irán por la ejecución de cientos de prisioneros.
En el caso de Rusia, se mantiene la denuncia por crímenes de guerra en Ucrania, aunque desaparecen las menciones a abusos contra la comunidad LGTBI.
Un informe con un enfoque político marcado
La ausencia de críticas hacia aliados estratégicos y el énfasis en gobiernos rivales refleja un enfoque político claro en la priorización de casos. La nueva administración de Trump ha modificado el tono y los países señalados respecto a reportes anteriores.
Expertos en relaciones internacionales advierten que este tipo de documentos, aunque relevantes para monitorear la situación global, también funcionan como herramientas diplomáticas para presionar o aislar a determinados gobiernos.
El informe del Departamento de Estado de EE.UU. evidencia una preocupante escalada en la represión y las violaciones a los derechos humanos en Venezuela y otros países señalados.
Más allá de su dimensión política, las denuncias documentadas reflejan realidades críticas para millones de personas y plantean el desafío de impulsar acciones internacionales efectivas que garanticen la protección de los derechos fundamentales en todo el mundo.


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