El aire en los aeropuertos mexicanos se siente tenso. Desde que el gobierno de Estados Unidos anunció la cancelación de 13 rutas aéreas provenientes de México, el sector carga teme un golpe que podría dejar cicatrices profundas en el comercio exterior. Aunque la afectación directa sobre pasajeros es limitada, la carga aérea está en riesgo de sufrir el mayor impacto.
La Asociación Mexicana de Agentes de Carga (AMACARGA) advierte que el movimiento de mercancías desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) —que actualmente ronda las 300 mil toneladas— podría verse drásticamente reducido si las restricciones se mantienen.
¿Por qué Estados Unidos canceló las rutas aéreas?
La raíz del conflicto se remonta a 2023, cuando México trasladó el transporte de carga del AICM al AIFA, una decisión defendida por Claudia Sheinbaum como “técnica y necesaria para proteger a los usuarios”. Sin embargo, el Departamento del Transporte de EE.UU. interpretó la medida como una alteración operativa que afecta la conectividad y el equilibrio bilateral en materia aérea.
Kenneth Smith Ramos, ex jefe negociador del T-MEC, considera que la cancelación es una forma de presión política y comercial hacia el nuevo gobierno mexicano, que aún busca consolidar su relación con la administración de Donald Trump.
Las aerolíneas en alerta: Aeroméxico, Volaris y VivaAerobus
Las tres principales aerolíneas mexicanas se reunirán con Sheinbaum para buscar soluciones inmediatas. Según el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), el diálogo con Washington será clave para revertir las restricciones y evitar mayores daños al turismo y la carga.
Aunque el CNET confirmó que de las 13 rutas canceladas solo dos estaban activas, el riesgo logístico persiste: la carga podría ser redirigida a aeropuertos alternos como Querétaro o Puebla, encareciendo costos y complicando tiempos de entrega.
Un golpe silencioso al comercio exterior
El presidente de la Canaco CDMX, Vicente Gutiérrez, alertó que esta cancelación podría reducir la competitividad mexicana y afectar la distribución de mercancías estratégicas hacia Estados Unidos, el principal socio comercial de México.
El impacto podría sentirse más allá de la aviación. Expertos advierten que si la medida se prolonga, la cadena de suministro podría colapsar parcialmente, afectando industrias clave como la automotriz, la farmacéutica y la de tecnología.
Una oportunidad para fortalecer el AIFA
A pesar de las tensiones, el AIFA enfrenta una oportunidad de oro para consolidarse como un nodo de carga regional. Con mejoras en su infraestructura y la apertura a nuevas aerolíneas, el aeropuerto podría demostrar que México puede responder con eficiencia logística incluso bajo presión internacional.
El futuro dependerá del diálogo diplomático entre México y Estados Unidos. Mientras tanto, los transportistas, operadores y empresarios cruzan los dedos: la aviación de carga mexicana no puede permitirse otro golpe más.


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