En una decisión histórica 6-3, la Corte Suprema valida la ley de Tennessee que prohíbe tratamientos de afirmación de género para menores. Descubre por qué te importa.
La Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó hoy, en una votación de 6 a 3, que la ley de Tennessee que prohíbe el cuidado de afirmación de género para menores es constitucional, sentando un precedente que podría afectar a más de dos docenas de estados con legislaciones similares.
Washington D.C. – En una de las decisiones más anticipadas y polémicas de su término, la Corte Suprema de Estados Unidos ha validado una ley de Tennessee que restringe el acceso a cuidados de afirmación de género, como bloqueadores de pubertad y terapias hormonales, para personas menores de 18 años. El fallo, con una mayoría conservadora de 6-3, representa un punto de inflexión en la batalla legal y cultural sobre los derechos de las personas transgénero en el país.
La decisión, redactada por el Presidente del Tribunal, John Roberts, argumenta que la ley de Tennessee (conocida como SB1) no viola la Cláusula de Igual Protección de la Decimocuarta Enmienda. El núcleo del razonamiento de la mayoría es que la legislación no discrimina por sexo o estatus transgénero, sino que establece una clasificación basada en la edad y el uso médico específico de los tratamientos.
La Lógica de la Mayoría: Un Debate para los Políticos, no para los Jueces
El Presidente Roberts escribió que el caso «conlleva el peso de feroces debates científicos y de políticas sobre la seguridad, eficacia y propiedad de los tratamientos médicos en un campo en evolución». La opinión mayoritaria concluye que, dado que la ley no está sujeta a un «escrutinio elevado» (el estándar legal más estricto reservado para casos de discriminación por sexo), debe ser evaluada bajo una «revisión deferente» (base racional), un estándar mucho más fácil de cumplir para el gobierno.
Esta aproximación legal tiene consecuencias profundas. Al aplicar el nivel más bajo de revisión judicial, la Corte efectivamente ha creado una hoja de ruta para que otros estados defiendan con éxito prohibiciones similares. La decisión facilita que las legislaturas estatales regulen o prohíban estos cuidados médicos sin enfrentar obstáculos constitucionales significativos a nivel federal.
«La Cláusula de Igual Protección no resuelve estos desacuerdos. Tampoco nos otorga licencia para decidirlos como mejor nos parezca… dejamos las cuestiones relativas a su política a la gente, a sus representantes electos y al proceso democrático.» – Presidente del Tribunal John Roberts, Opinión Mayoritaria.
En una opinión concurrente, la Jueza Amy Coney Barrett, a la que se unió el Juez Clarence Thomas, fue aún más lejos, argumentando que las leyes que clasifican a las personas por su estatus transgénero no deberían recibir ninguna revisión judicial especial, otorgando a las legislaturas la máxima «flexibilidad para hacer políticas en esta área».
Un Descenso «Mordaz» y la Reacción de la Comunidad Médica
En una rara y contundente muestra de desacuerdo, la Jueza Sonia Sotomayor leyó su disenso desde el estrado. En nombre de los tres jueces liberales de la corte, Sotomayor acusó a la mayoría de abandonar su deber de proteger a una minoría vulnerable.
«Al retirarse de una revisión judicial significativa precisamente donde más importa, la Corte abandona a los niños transgénero y a sus familias a los caprichos políticos», escribió Sotomayor. El argumento central del disenso es que la ley de Tennessee sí establece distinciones basadas en el sexo, ya que permite los mismos tratamientos hormonales para menores cisgénero con otros diagnósticos, pero los prohíbe para menores transgénero con el propósito de la transición.
La decisión judicial contrasta marcadamente con la postura de la comunidad médica. La Academia Americana de Pediatría (AAP) emitió un comunicado reafirmando su apoyo «inquebrantable» al cuidado de afirmación de género, calificando el fallo como un «precedente peligroso para la interferencia legislativa en la práctica de la medicina». Organizaciones como la Asociación Médica Estadounidense y la Asociación Psicológica Estadounidense también respaldan estos tratamientos, advirtiendo sobre el elevado riesgo de autolesiones entre los jóvenes transgénero a quienes se les niega el cuidado.
Implicaciones a Nivel Nacional
El fallo tiene un efecto inmediato y dominó, validando de facto leyes similares en aproximadamente 25 estados liderados por republicanos. El Fiscal General de Tennessee, Jonathan Skrmetti, celebró la decisión como una «VICTORIA histórica».
Por otro lado, grupos de defensa como la ACLU y Lambda Legal, que representaron a las familias demandantes, calificaron el fallo como una «pérdida devastadora» y un «fallo desgarrador». Chase Strangio, abogado de la ACLU, declaró: «Aunque este es un revés doloroso, no significa que las personas transgénero y nuestros aliados nos quedemos sin opciones para defender nuestra libertad, nuestra atención médica o nuestras vidas».
El fallo crea una brecha cada vez mayor entre la interpretación legal y el consenso científico establecido. Mientras la Corte enmarca el tema como un «debate» político no resuelto, la comunidad médica lo considera un estándar de atención establecido. Esta divergencia deja a miles de familias en todo el país en una posición precaria, donde el acceso a la atención médica esencial para sus hijos ahora depende directamente de la política del estado en el que residen.


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