Washington D.C. – La política arancelaria del presidente Donald Trump recibió un duro revés judicial este miércoles, cuando un tribunal federal bloqueó sus tarifas de emergencia. Sin embargo, una corte de apelaciones suspendió ese fallo este jueves 29 de mayo, permitiendo que los aranceles sigan vigentes de forma temporal. La Casa Blanca llevará el caso ante la Corte Suprema.
El Tribunal de Comercio Internacional de EE. UU. (CIT), con sede en Nueva York, bloqueó aranceles generalizados impuestos por Trump, incluidos los dirigidos a China, México y Canadá. El fallo señaló que el presidente excedió su autoridad al aplicar la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA) para fines que no califican como emergencias reales, como déficits comerciales o inmigración.
El tribunal concluyó que tales usos vulneran la separación de poderes, ya que la regulación del comercio exterior corresponde al Congreso.
La administración respondió con rapidez. El portavoz Kush Desai calificó los déficits como una “emergencia nacional”, y anunció la intención de apelar. El Departamento de Justicia también advirtió que el caso llegaría a la Corte Suprema si fuera necesario.
Desai declaró: “No corresponde a jueces no electos decidir cómo abordar una emergencia nacional. Restaurar la Grandeza Estadounidense es una prioridad.”
Este jueves 29 de mayo, la Corte de Apelaciones del Circuito Federal suspendió temporalmente el fallo del CIT, permitiendo que los aranceles sigan activos. La medida fue justificada por motivos de “seguridad nacional”, dando a la Casa Blanca una victoria provisional mientras se resuelve la apelación.
La rápida sucesión de decisiones revela una disputa clave sobre el alcance del poder presidencial. Mientras el fallo original buscaba limitar el uso de aranceles por razones no urgentes, la suspensión demuestra que los tribunales aún consideran válida la necesidad de continuidad administrativa.
Este conflicto legal puede sentar precedentes duraderos sobre la autoridad presidencial y la interpretación de leyes como la IEEPA. La incertidumbre jurídica impacta directamente a las empresas afectadas por los aranceles y genera desconfianza entre socios comerciales internacionales.
El senador demócrata Ron Wyden criticó la política arancelaria de Trump: “Ha disparado los precios de comestibles y autos, amenazado con escasez y destrozado cadenas de suministro.”
Este conflicto se inserta en la doctrina «America First», donde Trump utiliza los aranceles como herramienta de presión. El resultado final ante la Corte Suprema podría redefinir la futura política comercial de EE. UU. y su relación económica con el mundo.
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