El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, informó que a partir del 1 de noviembre de 2025, todos los camiones medianos y pesados importados estarán sujetos a un arancel del 25%. La medida busca proteger la industria nacional y a los trabajadores estadounidenses frente a la competencia extranjera, según publicó Trump en su red social Truth Social.
La decisión se vincula a una investigación iniciada en abril por el Departamento de Comercio bajo el Artículo 232 de la Ley de Expansión Comercial, que permite imponer impuestos a la importación de bienes considerados críticos para la seguridad nacional. La investigación identificó que un “pequeño número” de proveedores extranjeros dominaba las importaciones de camiones medianos y pesados, generando preocupaciones sobre prácticas comerciales desleales.
Impacto en la industria y los fabricantes
Los aranceles afectarán a empresas como Freightliner de Daimler, Mack Trucks de Volvo, y Peterbilt y Kenworth de Paccar. International Motors LLC (antes Navistar), que importa aproximadamente el 98% de sus camiones de México, también se verá impactada, mientras que Paccar y Volvo producen la mayoría de sus camiones en Estados Unidos.
La Coalición para una América Próspera, grupo proteccionista, calificó la medida como “una gran victoria para los trabajadores y los fabricantes estadounidenses”, y destacó que fortalecerá un sector vital frente a la competencia extranjera desleal.
Contexto de los aranceles de Trump
Los nuevos gravámenes se suman a los impuestos existentes sobre acero, aluminio, cobre, automóviles y autopartes. Además, se prevé la imposición de aranceles a productos como madera, gabinetes, tocadores y muebles tapizados desde el 14 de octubre, así como nuevos aumentos a partir del 1 de enero. También hay investigaciones en curso sobre paneles solares, aviones comerciales, semiconductores, robótica, dispositivos médicos y maquinaria industrial importada.
El año pasado, Estados Unidos importó aproximadamente 245.000 camiones medianos y pesados, por un valor superior a 20.000 millones de dólares, cifra que refleja la magnitud del impacto económico de los nuevos aranceles.
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