La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) envió este miércoles una carta al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), solicitando que se deje de retener a mujeres embarazadas en instalaciones federales de detención. La misiva forma parte de una campaña más amplia de demócratas y grupos de derechos de inmigrantes que buscan visibilizar el trato a futuras madres bajo custodia durante la política migratoria del expresidente Trump.
En la carta, la ACLU recopila testimonios de mujeres embarazadas que relatan haber sido encadenadas durante traslados, confinadas en aislamiento por varios días, y recibir alimentos y agua insuficientes. Algunas sufrieron abortos espontáneos, infecciones graves y negligencia médica. Además, varias denunciaron falta de traducción durante citas médicas y condiciones de detención que consideraron humillantes y peligrosas.
Una mujer entrevistada por The Associated Press describió cómo fue trasladada esposada en un viaje de cinco horas con dos vuelos, experimentando mareos, náuseas y sangrado vaginal, sin acceso a dietas especiales ni higiene básica.
Respuesta del gobierno y llamados a la investigación
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) defendió la atención brindada a las detenidas embarazadas, asegurando que reciben visitas prenatales regulares, apoyo nutricional y servicios de salud mental, y que la detención de mujeres embarazadas es inusual y con supervisión elevada. Sin embargo, no proporcionó cifras precisas sobre el número de mujeres bajo custodia, información que legisladores demócratas han calificado de difícil de obtener.
El llamado de la ACLU se suma a otras solicitudes de investigación por parte de senadores demócratas, quienes han pedido que la detención de mujeres embarazadas, posparto y lactantes se limite únicamente a circunstancias excepcionales, garantizando protección de su salud y derechos humanos.
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