El reciente fallecimiento de la escritora Ernestina Sodi, hermana de la actriz Laura Zapata y de la cantante Thalía, ha traído de vuelta las tensiones familiares y la compleja relación entre estas figuras públicas. La muerte de Ernestina el pasado 8 de noviembre generó un profundo impacto en su familia, pero también en la opinión pública, que ha recordado episodios de conflicto entre las hermanas, especialmente tras el comentario de Zapata que se hizo viral al llamar “perras” a sus hermanas en un programa de televisión.
Un comentario que divide: Laura Zapata y el polémico insulto a sus hermanas
La controversia en torno al comentario de Laura Zapata resurgió después de la partida de Ernestina. Durante un programa de análisis en Atypical Te Ve, Zapata hizo un comentario sarcástico que hacía referencia a sus medias hermanas —Ernestina, Thalía, Gabriela y Federica Sodi— llamándolas “perras”. La actriz, quien recordaba sus días de infancia junto al periodista Eduardo Sadot, amigo de la familia, se refirió a la casa en la que solía vivir su madre como “la casa de las perras”. La frase, dicha entre risas, desató reacciones en redes sociales y reabrió el debate sobre la tensa relación entre Laura y sus hermanas.
Zapata explicó en su comentario que “la casa de los perros”, como irónicamente la llamó, era conocida así por quienes habitaron ahí. No obstante, muchos interpretaron sus palabras como un insulto directo hacia sus hermanas, especialmente hacia Ernestina, quien había enfrentado problemas de salud delicados en sus últimas semanas.
La relación entre Laura Zapata y Ernestina Sodi: una historia de altibajos
La historia entre Laura Zapata y sus hermanas Sodi está marcada por complejidades y heridas que comenzaron desde la niñez. Zapata, la mayor de las hermanas, fue apartada de su madre, Yolanda Miranda, a una edad temprana debido a la relación difícil que mantenía con el padrastro de Laura, quien no simpatizaba con ella. A los tres años, Laura fue enviada a vivir con su abuela, Eva Mange, una experiencia que la marcó profundamente y generó una separación emocional con su madre y, en cierta medida, con sus hermanas.
Si bien en la infancia compartieron momentos especiales, especialmente con Thalía, quien acompañaba a Laura a sus presentaciones en el teatro, los años y los conflictos posteriores fueron distanciándolas. La relación se tornó particularmente difícil tras el secuestro de Laura y Ernestina en 2002, un evento traumático que impactó a ambas, pero que no logró unirlas como familia. En su libro Líbranos del mal, Ernestina narra su versión del secuestro, y aunque agradece a Thalía por el rescate, también expresa sentimientos de dolor y desconfianza.
El secuestro: un evento que marcó y dividió a la familia
El secuestro de Laura y Ernestina en 2002 es uno de los episodios más oscuros de la familia Sodi. Mientras que Thalía costeó el rescate, el evento dejó cicatrices emocionales profundas que agrietaron las relaciones. Ernestina, en su libro, deja entrever dudas sobre algunos aspectos del secuestro, y la situación generó tensiones entre las hermanas. Aunque se esperaba que un evento de esta magnitud las uniera, terminó profundizando los desacuerdos.
Años después, en 2011, la muerte de su madre, Yolanda Miranda, volvió a tensar las relaciones. Thalía decidió llevar los restos de su madre a Nueva York, lo cual no fue bien recibido por Laura, quien expresó públicamente su descontento, llamando a Thalía “desagradecida” y señalando que su madre había sido un pilar fundamental en el éxito de la cantante.
Intentos de reconciliación y nuevas disputas familiares
En 2016, parecía que las tensiones entre Laura y Thalía habían disminuido. Laura declaró en una entrevista que las dos habían logrado limar asperezas, aunque admitió que la distancia y las ocupadas agendas de ambas dificultaban el contacto constante. No obstante, el vínculo entre ellas volvió a ponerse a prueba cuando Laura demandó a Thalía por la manutención de su abuela, Eva Mange. Zapata acusó a la cantante de no contribuir al cuidado de su abuela, lo cual Thalía negó, asegurando que siempre había intentado mantener el contacto y aportar ayuda.
La despedida de Laura Zapata a Ernestina Sodi: ¿un nuevo intento de paz?
A pesar de los conflictos pasados, Laura Zapata mostró un gesto de compasión hacia Ernestina en sus últimas semanas de vida. En una entrevista con Venga la Alegría, Laura declaró que incluía a su hermana en sus oraciones y que deseaba su recuperación, pidiendo también fortaleza para las hijas de Ernestina. Aunque este mensaje reflejaba un deseo de reconciliación y empatía, la complicada historia entre ambas no pasó desapercibida para el público, que sigue viendo en su relación una mezcla de amor y rivalidad.
Un legado marcado por el amor y el conflicto
La partida de Ernestina Sodi deja a la familia Sodi-Miranda en un punto de reflexión. La compleja relación entre Laura y sus hermanas, especialmente con Ernestina, ha sido un tema de interés público durante años, y su historia continúa siendo un ejemplo de cómo la fama y las diferencias pueden afectar los lazos familiares.
En el mundo de la farándula mexicana, los conflictos entre las hermanas Sodi han sido fuente de controversias y titulares, pero también de momentos de reconciliación y empatía. La relación entre Laura, Thalía y Ernestina es una muestra de cómo el amor y el resentimiento pueden coexistir, y cómo los problemas familiares, aunque difíciles, pueden también dar lugar a momentos de compasión y perdón.
¡Únete a nuestro canal de Telegram! Las noticias más relevantes del día directamente en tu dispositivo móvil.


TE PODRÍA INTERESAR