Cuando Devyn LaBella aceptó trabajar como doble de riesgo para una importante producción de Hollywood, jamás imaginó que acabaría siendo protagonista de una pesadilla real. La actriz ha presentado una demanda contra Kevin Costner por acoso sexual y un ambiente laboral hostil en el set de Horizon: An American Saga – Chapter 2, una megaproducción dirigida y financiada por el propio Costner.
Una escena fuera de guion
Según la denuncia, presentada en la Corte Superior de California el 27 de mayo, LaBella fue instruida a participar en una escena de violación no anunciada, sin la presencia de un coordinador de intimidad y sin medidas básicas de protección.
La escena no estaba en el guion ni en el plan de rodaje, y la actriz que interpretaba originalmente al personaje, Ella Hunt, se habría negado a grabarla. Fue entonces cuando Costner, también director, recurrió a LaBella sin explicarle claramente qué estaba a punto de suceder.
En un set abierto y frente al equipo técnico, LaBella fue colocada en una carreta donde el actor Roger Ivens simuló una violación. El rodaje no incluyó ensayos ni avisos formales de acción o corte. Su falda fue levantada y quedó parcialmente expuesta. La actriz asegura que se sintió desorientada, vulnerable y profundamente traicionada.
Un trauma con consecuencias
LaBella detalla que ese episodio le provocó un colapso emocional. Desde entonces, sufre ansiedad, insomnio y ha desarrollado miedo al contacto físico, por lo que comenzó terapia en junio de 2023. También afirma que fue marginada del equipo tras expresar su incomodidad, lo que afectó su carrera: ya no fue convocada para la tercera parte de la saga Horizon.
Este caso expone las grietas en un sistema que, pese a estar regulado por sindicatos como SAG-AFTRA, sigue permitiendo abusos cuando hay poderosos de por medio.
La respuesta de Costner
El abogado del actor, Marty Singer, respondió con firmeza: aseguró que la escena nunca fue grabada, que fue solo un ensayo y que LaBella mostró disposición con un gesto de aprobación. También la acusó de actuar con fines extorsivos, alegando que ella misma agradeció posteriormente al equipo.
La defensa de Costner se sostiene en mensajes y comportamientos que, según ellos, contradicen el testimonio de la actriz. Sin embargo, el caso ya ha provocado una ola de indignación entre actores, dobles y activistas que exigen mayor protección en los rodajes.
Un patrón que se repite
La denuncia contra Costner se suma a una creciente lista de escándalos en Hollywood donde la figura del coordinador de intimidad —obligatoria desde el auge del movimiento MeToo— ha sido ignorada o subestimada. La situación plantea preguntas urgentes sobre la seguridad en los sets, incluso en producciones millonarias.
Como advirtió el abogado de LaBella: “Si esto puede pasar en una película con presupuesto de 100 millones de dólares, imaginen lo que ocurre en las independientes”.
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